Dreamy Girl Dancer © (Editando)

23.- Amar a una mentirosa

N/A: Regreseeeeeee, ya sé que he tardado muchísimo, pero definitivamente este capítulo fue un trabajo arduo. Las situaciones que van a comenzar a tomar lugar me duelen un poco :c creo que con eso pueden calcular la gravedad del asunto jajaja.

En multimedia, una imagen que se me hizo alusiva 7w7 y la canción con la que me inspiré.

Génesis2811<3 ¡Los adoro!

Grace:

No era posible calificar aquello que leía como improbable, estaba ocurriendo, justo allí, por más que leyese una y otra vez alguien seguía allí afuera con el celoso deseo de asesinarme; a pesar de cuán dramático pudiese escucharse en voz alta.

Una explosión de emociones tuvieron lugar dentro de mí, dejándome en un completo estado de perplejidad, no podía moverme ni sentir miedo; escalofríos, llorar o llevarme una mano a los labios para ocultar un asombro que no percibía. Me había quedado ahí, con la carta en las manos hasta que pude reaccionar y deslizar mi espalda contra una de las paredes de la sala ya dentro de casa. Sentada en el suelo un mar inmenso de recuerdos se reprodujeron como una cinta demasiado vieja en mi visión; de cómo había llegado a una amenaza de muerte cuando hacía dos meses atrás solo me preocupaba por no ser descubierta a medianoche en plena fuga. De cómo el destino era sucio y maldito, mientras yo trabajaba duro porque fuese un poco menos asqueroso y más aún, de cómo las mentiras de mi familia sí tenían un cometido que en parte se distorsionaba.

Pero, a pesar de la suficiente cantidad de tiempo que tenía para persistir ahí, sentada, lamentándome y reprochándome hechos que no podía controlar, sabía que lo necesitaría para trazar el camino restante hacia el punto final que yo ameritaba. Así que comenzaría a trabajar por ello.

Saqué mi móvil de uno de los bolsillos delanteros de mi pantalón y marqué a Emma.

— ¡Hola hola!—alargó su saludo de lo más entusiasmada—, ¿cuándo podré superar la alegría de saberte mi prima?

Traté de evitar la sonrisa, y claro que no lo logré.

—Mi querida, ese tipo de privilegios no se superan de la noche a la mañana—solté, la oí reír a carcajadas—. Hay algo que debes saber, y algo más con lo que quiero que me ayudes, es casi—repasé la carta—, en realidad es de vida o muerte.

—Mi atención es toda tuya.

Respiré lo más hondo que pude y releí la carta con sumo cuidado. Después de aquello, el silencio se apoderó de la llamada telefónica, Emma sabía que esas palabras no eran cualquier cosa.

—Vaya, por eso se había hecho esperar tanto esa carta, mis tíos desgraciadamente tenían razón—su voz se apagó casi de inmediato—, ¿necesitas guardaespaldas? No sé ni cómo ayudarte Grace, oriéntame.

¿Ella en serio había hecho esa pregunta? Increíble.

—Más que unos gorilas, puedes ayudarme buscando información en tu casa sobre posibles personas que puedan estar atrás de esto—ordené colocándome de pie, sintiendo como el movimiento brusco me mareaba—. Tienes más acceso allá, solo tú puedes acercarme un poco más al resto de la verdad, Emma.

Resopló, eso significaba mucha responsabilidad, no tenía por qué ocultarlo.

—De acuerdo pequeña, registraré en el estudio de mi padre, en lo que consiga algo te devolveré la llamada—respondió—. Mantén tu mente ocupada mientras tanto.

—Gracias por esto, Emma, tomaré tu consejo dentro de lo posible.

Escuché como lanzaba un sonoro beso por el micrófono del teléfono y colgó. Miré el papel azul una vez más antes de guardarlo en mi bolsillo, lo que ahora conocía debía considerarse un secreto que ni a Jhon podía contar, él se preocuparía más de la cuenta, así como mis padres me mantendrían más vigilada que de costumbre, cosa que entorpecería mis ansias de audicionar para DGD. No podía darme ninguno de esos dos lujos.