13.- Oportunidades para improvisar

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Grace:

Lo sabía, a partir de esa noche en la que me había conseguido bailando, nada en mi vida sería igual, el curso de mis días se convertiría en una letal montaña rusa e incluso nuestro encuentro, cada vez más temido y constante.

Mis ojos no dejaban de golpearse contra la pantalla una y otra vez al observar tal cosa.

<<Majestuoso científico, Jhon O'Donell lidera uno de los laboratorios más prestigiosos de New York>>, <<A tan solo 17 años el joven presenta avances químicos nunca antes vistos>>, <<Científico neoyorquino alega que pudo haber descubierto un nuevo elemento químico, el cual si es confirmado será agregado a la tabla periódica mundialmente conocida>>.

Su nombre volaba aquí y allá, y sus fotografías luciendo una de esas batas blancas estaban dejándome ciega. ¿Qué rayos hacía alguien de esa calaña mezclándose entre pubertos estúpidos?, ¿por qué la fama no le era suficiente para vivir en un sitio más modesto?, ¿qué hacía en Chicago si toda su vida estaba en Nueva York?, ¿por qué no podía comprender nada con respecto a lo que Google y los hechos diarios me mostraban? Tuve que revisar una vez más las páginas webs que me proporcionaban tal información, y por más zoom que le aplicara a las imágenes o a su nombre nada diferente ocurría. Inevitablemente, era él, un Jhon O'Donell que sí tenía procedencia, uno que tras tanto conocimiento escondía algo más.

Todo estaba revolviéndose en mi cabeza, ¿por qué cuando sientes que tienes todo bajo control vuelves a sentirte dominada? Lo odiaba, aborrecía que todo fuese así de complicado, ni tras el pronunciar de su nombre podía pensarse que todo él, era un maldito enigma.

Sin perder más tiempo y oyendo como el sonido de la ducha se apaciguaba tecleé rápidamente con el fin de guardar toda aquella información y enviarla a mi e-mail de inmediato, debía leer todo con más detenimiento en alguna parte. Empecé con dicha tarea, copiando y pegando todos los textos relacionados con él en un documento como loca, sin embargo, ocurrió lo peor de lo peor...

<<Esta dirección ha caducado, por favor intente más tarde>>

Claro que no voy a intentar más tarde, puedo morirme más tarde. ¿Quién me asegura que no?

Actualicé la viñeta y me indicó algo definitivamente más terrible. <<La página solicitada ya no existe>>, ¿de qué iba este juego?, ¿estábamos filmando una película de terror y no me había percatado de ello? Por más que intenté no me arrojó un resultado distinto, me di por vencida pero muy extrañada de ello, ya que después de haber copiado la información de las demás páginas a estas le empezaron a suceder lo mismo. ¿Qué existía detrás de esa "repentina desaparición" de reportajes que revelaban tantas cosas de O'Donell? ¿Existía alguien que buscaba esconder la verdad, o solo problemas de red?

No lo sabía, aunque de alguna forma todo lo que giraba en torno a él, terminaba siendo un laberinto.

No le di más importancia y al enviar los documentos al correo, Elizabeth me asustó con sus maneras de tomarte desprevenida, para eso tenía mucho talento, pues mis intentos por no involucrarla en este asunto fallaron tal como el buscador.

— ¿Estás investigando a mi reto?—me golpeó el hombro con su mano empapada—. Ingenioso, pero ¿a qué se debe la importancia que estás dándole a ese?

Me removí incómoda y cerré la pestaña del buscador en la pc, la observé sonriente y me levanté.

—A nada, solo la curiosidad que pudo conmigo—la miré directamente y empezó a caminar hasta su closet—. Ya confirmé por cierto, que sí cumpliste con el reto. Me lo dijo anoche, no muy claramente pero sé que se trata de ti.

Dreamy Girl Dancer © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora