Dreamy Girl Dancer © (Editando)

Sentimientos a flor de piel.

RECOMENDACIÓN: SE RECOMIENDA A LOS LECTORES ESCUCHAR LA CANCIÓN EN MULTIMEDIA CUANDO EL CAPITULO LO INDIQUE YA QUE SERA MÁS SENCILLO IMAGINARSE EL IMPORTANTE MOMENTO.

Leer nota al final.

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P.D.V. Grace:

Un lecho completamente romántico estaba ante mis ojos.

Una cama cubierta con sábanas blancas de terciopelo y pétalos rojos, rosados y blancos de rosas encima de ella.

Algunas velas encendidas allí dispersas por todo el lugar.

Él lo esperaba, esperaba que estuviera preparada para esto.

Jhon se adentró a la habitación aun dándome la espalda. Yo lo seguí despacio.

-Sé que aún no quieres esto, Grace. Y sé también que esto es lo típico para ti, y muy poco también, nunca podría darte lo suficiente. Esperare lo necesario, no quiero hacer nad…- lo interrumpí.

-¡Shh! Lo estoy Jhon, estoy preparada para esto…y aunque mis nervios estén rebasando…estoy preparada- susurre.

Le abrace por la espalda, él se dio vuelta y me miro con notable ternura.

Se acercó a mí ahora con la mirada puesta en mis labios y así…me beso de una manera tenue y genuina. Este se hizo más intenso cuando tomo mi cintura y la acerco inevitablemente a él, con lentitud. Yo aunque estaba algo rígida logre desenvolverme poco a poco.

Nuestras lenguas se hicieron notar al instante, indagando amor perpetuo y el poder sobre él. Es lo que aquí se presencia, amor y…

Solo eso.

En ese preciso momento las notas de “Hush Hush” interpretadas por “Avril Lavigne” invadieron cada rincón de nuestra habitación, demostrándonos todo el fervor que dos personas y que solo dos personas podrían demostrarse con tan solo besos y caricias que provocan una detonación de latidos y declaran en el silencio divino miles de palabras inauditas pero esperadas, siendo todo tan contradictorio.

Comencé a bajar la cremallera de mi vestido pero el… lo impidió y se separó de mis labios quedando cerca de mi cara.

-Déjame hacerlo, quiero tener el placer de…desnudarte mientras te admiro- susurro.

Termino de bajar la cremallera de mi vestido y este se deslizo por mis piernas hasta quedar solo como una ruma de tela alrededor de mis pies.

Mi piel estaba casi al descubierto, solo mi sujetador y mis bragas me cubrían de su atenta mirada que no era fría ni indiferente, era intensa, casi moldeándome con sus pupilas que me miraban con notoria devoción…devoción amorosa o pasional, no sabría cómo describirla.

-Eres realmente encantadora, es imposible que no haya visto esta estrella brillar en el firmamento- murmuro.

-Quizás estabas ciego…o simplemente observabas solo las estrellas que estaban al principio, las que todos desean bajar- respondí.

-Estaba ciego y aunque no sea una razón justificable, es real- se acercó a mi lentamente de nuevo y me beso. Le correspondí, sé que me ama, y quería que lo hiciera…

Que me amara como solo él sabía hacerlo, como solo él quería y podía hacerlo.

Quite su saco de sus hombros dejándolo en el suelo, desabrochaba los botones de su camisa con mis inexpertos dedos hasta llegar al último botón…la única barrera para que nuestros pechos se encontraran, de que piel con piel se amara y adorara, de que la lujuria y pasión fueran incinerados por el anhelo infinito y arrebatador.