(En multimedia la canción de Snow Patrol que de seguro ya conocen <3) .
Grace:
No estaba dentro de mis planes esa noche considerar posible que quien me había proporcionado un infierno, regalase un cielo a alguien más. ¿Podíamos nosotros caminar en medio del bien y del mal? ¿Errar y redimirse con otro sujeto era completamente gratificante?
— ¿A qué te refieres con eso?—se atrevió a preguntar Jhon.
—Sabes bien que te quiero como un hermano, es por eso que durante estos años he estado cuidando tu pellejo y el mío—respondió aquel con docilidad—. Me altera sobremanera que lances por la borda todos mis esfuerzos por mantenernos a salvo, por mantenerte tranquilo.
— ¿Tranquilo?—lo imaginé entrecerrando los ojos—. Madrugada tras madrugada me acribillan pesadillas más reales que productos de mi inconsciente. Días atrás aparece una chica que alega ser mi mejor amiga, ¡y no la conozco maldita sea!oí como golpes a la pared me sobresaltaban los sentidos—, tu silencio está consumiéndome, tu disfrazada protección no está haciéndome inmune a que el pasado quiera arrastrarme consigo. Solo me empujas a que cuando descubra todo de lo que me he perdido, no te tenga ni una pizca de afecto.
¿Qué clase de conversación estaban llevando esos dos? Algo más íntimo que los negocios turbios les unía y a como dé lugar yo debía saberlo. En favor a aquello, decidí acercarme centímetros más, no sin antes percatarme de ciertos objetos que pudiesen obstaculizarme la misión.
Espiar llegaba a ser tan exquisito cuando la novedad llegaba a favorecerte.
—Para ti, siempre mi forma de protegerte será inútil—espetó la voz masculina—. No te pediré que te alejes de la tal "Emma", porque mínimo me iré con cinco moretones en la cara; pero si de verdad aprecias todo lo que he hecho por ti no hables de más.
¿Tanto caos representaba esa chica de ojos llamativos? Qué delicia de bomba.
—No confundas las cosas, sé que tengo mucho por agradecerte pero no es justo que ahora cuando Dios me ha enviado un ángel para revelarme la posibilidad de saber quién soy, tú quieras que lo espante como si nada.
—El único ángel que ameritas para saber quién eres y quién debes ser, ya una noche te enmudeció con su esencia. Y sé de muy buena fuente, que esa misma va a volverte loco muy pronto.
Aquel diálogo borró toda señal de vida en mi cuerpo, la respiración por un momento se paralizó, mis manos secaron su sudor al instante, mi mente intentaba reproducir una vez más las palabras exactas que ese delincuente había articulado. Tal vez no se trataba de aquel hallazgo que me había empañado la vida, aunque no haber visto el rostro de O'Donell al oír eso también, resultaba inquietante ¿estaba él de acuerdo con tanta idiotez?
No, claro que no iba a sorprenderte su respuesta afirmativa Grace. No obstante, ninguna palabra o sonido tomó forma de su voz, y no supe si su silencio realmente podría darme paz. O más de esa guerra que tanto le fascinaba.
Escuché pasos quedados avecinándose, me escondí aún más de lo que creía estar; estaba tan cerca de las barandas de la escalera conectada a la habitación de Jhon que vi a alguien bajar de ella. Sigilosa esperé, a que la contextura de su espalda o la tonalidad de su cabello me contradijeran en cuanto a la identidad de aquella persona; sin embargo, al verle marchar supe que todo estaba cada vez más de cabeza, todo lo que me rodeaba en verdad perdía más sentido por minuto.
Y solo su nombre lo hacía más descabellado: Jack Mcflayy.
Aun así, sonidos provenientes de arriba captaron toda mi atención. Desde mi ubicación definir de qué se trataba era imposible, así que con todo el temor y cuidado subí escalón por escalón. Por poco cada uno, me cuesta una lágrima.
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Dreamy Girl Dancer © (Editando)
Teen FictionATENCIÓN: En esta historia se encuentran disponibles para lectura al público solo los capítulos enumerados. El resto está sujeto a modificaciones o eliminación definitiva. Cuando Grace Smith, una bailarina con escasos recursos económicos que lucha c...