25.- Cuando el final toca la puerta

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N/A: Desde ya, perdón, les pido perdón, pero era necesario :c

En multimedia les dejo la canción con la que pude imaginarme el momento especial entre Jhon y Grace, es lo más fantástico, no pude dormir siquiera pensando en que me pasara a mí también :c, al igual que les dejé una imagen alusiva <3

¡Ya estamos en capítulos finales! Los amo.

Jhon:

Tenía a la muerte pisándome los talones y yo solo quería ponerle un rostro conocido. La incertidumbre se tornaba costumbre cuando la oscuridad protegía al que me prometía todo lo que quería, aunque por dentro tuviese mucho miedo de no soportarlo, de que fuese una carga muy pesada.

Volqué la mesa con la nota anónima aún en las manos mientras vociferaba enardecido:

— ¿Quién eres?—busqué en todas las direcciones—. ¡Anda, muéstrate y da la cara!, ¿por qué debes esperar tanto para darme lo que es mío? ¡Es mi verdad, me pertenece!

Pero no hallé respuesta, tan solo ecos de mi propia voz devolviéndose tenues entre la brisa nocturna. Traté de estabilizarme controlando la respiración, sí, ahora más que nunca sentía cómo todos esperaban algo de mí; que hiciera lo que ellos tenían planeado así lo desconociera. Yo tenía esa sensación de que cuando supiera todo sobre mí me terminaría rechazando; pero, a pesar de esa terrible posibilidad, una parte de mí reclamaba el pasado que había perdido, como un imán al hierro, como la madera al fuego, como algo que aunque el mundo se acabara, jamás podría faltar.

Tuve el impulso de recoger lo que había lanzado, sin embargo, el cansancio me azotó de repente llevando mi cuerpo a mi habitación a pasos casi rápidos. Al dejarme caer sobre el catre viejo, mis ojos se cerraron inevitablemente, sumergiéndome por completo en la nada.

<<Mis manos abrían una puerta que presentía conocer, solo que muy despacio, como si de sorprender a alguien se tratase. Parecía llevar una enorme sonrisa en el rostro mientras me acercaba a otra puerta dentro de esa casa, esa alegría fue desvaneciéndose cada paso más cercano a esa habitación. Los sonidos iban desgarrándome de poco en poco, como un puñal que se encajaba más y más dentro del costado; gemidos entrecortados mezclados con palabras de injuria y placer indebido, risas juguetonas de dos voces que nunca confundiría. Y fue entonces cuando a solo cinco pasos de llegar a la puerta, los dos envueltos en sábanas recién terminando de consumirse en traición y asco, notaron mi presencia.

—Jhon, cariño puedo explicarte...—quiso empezar ella con su rostro desencajado.

Él en cambio, se mantenía en silencio. ¿El sexo acaso le había cortado la lengua?

—No lo necesito, tu aspecto me deja claras muchas cosas—escupí—. Me das asco, no puedo entender cómo fuiste capaz de esto. No mereces ningún perdón, nada, no mereces nada.

La aparté cuando quiso retenerme frente a ella y encaré al malnacido con el que se había revolcado.

— ¿Te vas a quedar callado ahora?—lo empujé—, ¿ahora que ya descubrí que mi mejor amigo pasa horas extra en mi casa teniendo sexo con...

No quise siquiera terminar la oración, lo tenía entre mis manos y quería despedazarlo. Los imaginé sobre la cama disfrutando de sus mentiras, de su egoísmo, de aquello que era enfermizo. Los dos estaban muertos para mí, y eso era rotundo; aunque a ella tuviese que hacerla a un lado, a él sí iba a matarlo por mí mismo en ese instante así me encarcelaran de por vida.

De su rostro empezó a emanar sangre entretanto mis manos hacían de su rostro nada, todo comenzó a ocurrir demasiado lento, mis nudillos ardían pero él aún estaba intentando zafarse. Unas manos más toscas me retuvieron por los brazos halándome hacia atrás, yo no quería retirarme hasta verlo muerto, tendido en el suelo suplicando una piedad que nunca le daría, su puñalada me había roto las entrañas y eso jamás se lo perdonaría. Lo había tratado como un hermano mientras se revolcaba con ella en mi propia casa, bajo nuestro propio calor, sobre nuestra amistad.

Dreamy Girl Dancer © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora