Caminé siguiendo los pasos de Joel.
Por algun motivo ha esperado a que compre la bebida que me ha pedido mamá para irnos juntos devuelta al edificio.Sinceramente esto me da miedo, bueno en realidad todo me da miedo.
Digo hace un rato estaba siendo acorralado por Johann y ahora me encuentro viendo la espalda bien formada de Joel con sus rizos siendo golpeados por el aire.Caigo en la cuenta de que llegamos al edificio más rápido de lo que esperaba.
Me sorprende que Joel se me adelante unos pasos y me habrá la puerta como si de pronto hubiera recordado que existen los modales, hasta el señor George se había quedado sorprendido.
Vaya ¿Quien lo diría?
A pesar del insidente de la mañana , llamó al ascensor.
-¿Sabes quién del edificio tiene un gato? - pregunta de pronto.
Su pregunta no puede ser más fuera de contexto.
Joel parece no ser muy bueno para romper el hielo.- ¿Porque? - pregunto sin saber responderle que yo tengo a Pato.
- A mi habitación siempre entra uno y me araña la mano - me informa mostrándome un largo rasguño - Juro que si vuelvo a ver ese gato , lo lanzaré por el balcón -
- ¡ Hazlo y ese rasguño lo tendrás de adorno en tu linda cara! - me como mis palabras al percatarme lo alterado que me he puesto. - Es decir, ¡Oh la perfecta piel de Joel esa dañada ! - digo sin pensar.
Bueno eso, debería haberlo guardado en mi cabeza pero al parecer lo dije.
El ascensor se detiene en el séptimo piso.
- Para ser un nerd ,eres muy cruel ....- las puertas se abren y nuestros caminos se separan.
Bueno Erick algo bueno has sacado de este extraño día : ¡Tu gato también odia a Joel!
- Nos vemos Er - dice Joel.
- Nos vemos Joel-
[..]
Mi celular ha dejado de funcionar, es lo primero que pienso al escuchar a mamá gritar para despertarme.
-¡Ya desperté! ¡Por un demonio, ya desperté ! - grité a todo pulmón.
Soy una persona normal, que despierta siempre de mal humor.- ¡No vuelvas a decir eso o tendrás que reencontrarte con Bety, Erick!
Bety es la querida y extrañable pantufla con la que mamá me amenazaba de pequeño. Por su culpa, una vez, estuve frotandome el trasero durante un día entero después de conocer su "poder".
Ya levantado ,abro el ventanal que da al balcón para ventilar un poco la habitación. Hace un calor impresionante.
Pato - el cual dormía junto a mí - da unos saltitos juguetones salta a la baranda del balcón de al lado, es decir, el de Joel. ¡El de Joel! Observó cómo baja y entra hacia su pieza.
Mi estómago se revuelve
Histérico miro a todos lados antes de saltar al balcón vecino, por fortuna se encuentran unidos, separados solo por media muralla de concreto.
Ya en campo enemigo intento hacer el menor ruido para que Joel no sé de cuenta que me tiene de intruso.
Compruebo que no haya nadie en la habitación para no méterme en problemas.Respiro hondo y entro.
-Pato.... Patito, ven aquí. Ven con tu querido dueño Erick - susurro acercándome por donde ( para mí fortuna ) no hay rastro de Joel.
Mi gato rasguña la puerts cerrada de la habitación.Nota mental: por más que ames a los Gatos, siempre te meten en problemas.
Silencioso como una sombra me meto en la pieza de Joel.
Busco a Pato por unos minutos y lo encuentro escondido debajo de la cama.Lo llamo y el gato del demonio no me hace caso.
Pongo mi cara más bonita para ver si así quiere volver conmigo, pero nada. Ya aburrido lo agarro de las patas y lo tiro - con la mayor delicadeza que puedo - y me lo acurruco en mis brazos.De repente escucho un ruido a mis espaldas y , sin pensarlo dos veces, corro al clóset y me encierro.
Dentro me encuentro rodeado de la ropa de Joel.¡Oh Superman ven a salvarme!
El tiempo pasa y no tengo la menor idea de cuánto llevo. Creo que moriré.
Pato se aferra a mí con sus garras y suelto un grito ahogado, no lo suficiente bajo para que Joel no lo escuche.
Antes de poder hacerme bolita o transformarme por arte de magia en ropa.
Joel abre las puertas del clóset. Sus ojos castaños se han clavado en mí.Dios......
- Hola - lo saludo sonriendo. No hay nada que me salve de esta - ¿Cómo estás?
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Rompiendo reglas /Joerick
Teen FictionHay 3 reglas: 1.No tocarlos 2.No mirarlos. 3.No hablarles