Rompiendo reglas /Joerick

30. Trabajo

Miércoles siempre siempre he dicho que los miércoles son peores que los lunes por el simple hecho de que se acerca el fin de semana y todos hablan de eso y las fiestas que asistiran, menos yo.

Es un día complicado porque la primera hora de clases la ocupa la clase de educación física, o gimnasia, como les guste llamar a las casi dos horas de puro ejercicio ininterrumpido.

Últimamente la profesora nos echó corre por toda la cancha Y al parecer hoy no será la excepción al salir de los vestidores unos cuantos compañeros caminan hacia las gradas Pero mis ojos se desvían hacia una figura tan familiar que se me ha hecho costumbre : Joel

-Erick- escucho que me llama

- Hola - saludo, pese a que nos vimos esta mañana y todas las otras, pues hemos venido juntos en el carro de su amigo.

Lose es algo descabellado ir en el auto de alguien que me amenazó detrás de un minimarket. Yo mismo pienso que soy hipócrita, pero prefiero viajar gratis a estar parado en un paradero esperando un estupido bus , que no se va a detener nunca.

-¿Qué haces aquí? - interrogo

- El director nos llama a su oficina.

Chris nos observa algo raro y creo que por su expresión no capta lo que pasa.

- Me adelantaré - exclama Joel con un tono bajo alejándose

- No , espera voy contigo - acelero mi paso hasta alcanzarlo. Ir a la oficina del director debe ser mejor que estar acá torturandome con ejercicios.

Ambos caminamos hacia la oficina guardando algo de distancia. Entonces mi imaginación me juega en contra y sin razón alguna me imagino a él acorralandome en una pared y lentamente acerca su rostro al mío.

Claro esos pensamientos no quieren decir que sienta algo más que odio por él. Simplemente fue un pensamiento pasajero de adolescente que comienza a tener una mente corrompida.

Comenzaré a ir a la iglesia

-¿En qué piensas?- curiosea él.

- Ah en nada - solo en lo ardiente que eres, pienso para mí.

-¿Y porque sonreías como tonto?

- Porque soy alguien feliz, Joel ¿Acaso es algo malo?.

-No, pero ya sabes el dicho "la risa abunda en la boca de los tontos". Yo solo digo.

- Esa es una excusa de la gente amargada - digo en modo de defensa.

- Seguramente pensabas en mí, solo yo puedo sacarte una sonrisa así.

Pongo los ojos en blanco ante su estupido comentario.

- Si, pensaba en tí atropellado por Newton - dije con una sonrisa.

Ya en el despacho del director, lo que hicimos fue escuchar su charla y su agradecimiento por haber ganado el concurso y todo eso.

Cuando porfin termina su charla nos ordena volver a clases.

-¿ Que harás ahora?- pregunta Joel.

-Pues volver a clases.

-Saltemonos las clases, los profesores aún creen que estamos con el director.

Soy demasiado honesto como para saltar una clase.

- Nunca lo he echo- niego cruzado de brazos.

- Solo será media hora de clases. No exageres, odias deportes.

Bueno en eso tiene razón.