The Bronx © +18 | Libro #2 | Bill Skarsgård

Capitulo 11

Lunes 14 de Mayo

Dejo mi mochila contra la mesa verde pistacho dentro de la clase sin mucho interés. ¿Interés en que? En dormir mejor que estar aquí.

No he tenido mas incidentes y de momento mi vida ha vuelto a la normalidad. Aburrida.

Pero bueno, no puedo quejarme. Así debe ser la vida de una simple estudiante que quiere llegar a ser bailarina profesional de ballet.

No ir tras un chico sexy y peligroso del Bronx con aires de grandeza.

¿Pero a quien engaño? Me muero de ganas por verlo. Y aunque hace poco hemos estado juntos, osea aquella noche en la que conocí a Marcel, quiero saber de el.

Por desgracia no volvió a escribirme y no se el porque. Pero no voy a mostrar mi interés por el hablándole. Aunque no lo parezca tengo mi dignidad. Poca, pero la tengo.

Ademas, se supone que sigo enfadada.

Observo mi teléfono como tonta esperando que quizás una notificación aparezca en la pantalla. Sobre todo esperando que sea de el. Pero nada.

Dios Josy, estas completamente loca.

Bufo y guardo el móvil cuando el profesor entra en clase. Se avecina día de mierda.

...

Mis oídos son invadidos por la hermosa melodía de la campana anunciando el fin de las clases.

Y como ya sabia, menudo día de mierda.

He tenido un examen sorpresa y mi profesora de francés me hizo sentir ridícula al igual que a todos mis compañeros al sacarnos de frente y obligarnos a hablar sobre nuestro fin de semana. En francés claro. ¿Esto es la universidad o el instituto?

¿Y que dije yo? Que estuve en casa viendo películas.

Tal vez tenia que haber dicho, oh me la pasé en un bar con chicos peligrosos, bebiendo mientras Ivan zorreaba y después se restregaba contra mi al jugar billar.

O mejor aun, sus labios sobre los míos, sus manos, dios debo parar ya.

Lo anterior hubiese sido un buen resumen.

Me levanto de mi asiento y camino hacia la salida del edificio. Por fin veré a Megan ya que hoy no asistió a clases. Debería pasar a visitarla.

Y mas ganas aun tengo por ver a Alex y que me cuente su deliciosa noche con aquel desconocido.

He hablado con ambos por teléfono pero no es lo mismo que verlos cara a cara. Adoro la forma en la que Alex explica las cosas, como gesticula o sus malas y graciosas muecas que pone al hablar.

Vuelvo a la realidad y ya la mitad de mis compañeros se han marchado así que tomo mis pertenencias e imito sus acciones.

Camino con rapidez ya que debo tomar el autobús pero cuando salgo por la puerta principal y veo aquel auto parado frente a todo el mundo mis piernas frenan y siento mi boca secarse.

Todos lo miran cuchicheando y yo se de quien se trata. No puedo evitar sentir como mi cuerpo tiembla. Tiembla por impaciencia de verlo, de ver sus labios rosados formados en una sonrisa burlona, sus orbes verdes y esa nariz respingona que le brinda mas aires de prepotencia de los que ya tiene.

Pero vaya que si estaba equivocada sobre lo que esperaba ver.

Ivan abandona el coche caminando hasta la puerta del copiloto y abre esta para mi.