Jueves 10 de Mayo
-Plié, Grand Plié, Releve.
Adoro el ballet, es lo que tanto he deseado desde pequeña así que no me entiendan mal cuando digo que odio esas palabras. Mas saliendo de entre los labios de la profesora Daniels.
Bajo su criterio siquiera eso hacemos bien.
Lleva enseñándonos esta danza tan perfecta desde que tengo memoria pero a lo largo de los años se ha vuelto más quisquillosa y exigente.
Quizás su mal humor se deba a que su mala economía la hizo cambiar de domicilio. ¿Pero de que se queja? Nosotros somos los que tenemos que desplazarnos casi cada día a su nuevo estudio.
Deseo con toda mi alma que el ballet sea mi futuro, pero no acabar como la señora Daniels. Sola, sin familia, sin amigos, dando clases por cuatro duros. Quizás cuando empezó tuvo grandes sueños, pero los planes cambiaron para ella.
El sonido gutural en protesta a mi falta de atención hace que deje de mirarla con tanta insistencia.
-Muy bien señoritas, pensaba que no podían empeorar pero lo lograron.
¿Me está tomando el pelo? ¿Qué más quiere que hagamos? Nos pasamos toda la tarde hasta la noche practicando para siquiera escuchar un pequeño elogio.
Debería estar acostumbrada, pero cada día que debo aguantarla siento como tengo que morder mi lengua y no soltar una barbaridad.
-¿Señoritas? Que yo sepa ser gay no me convierte en una mujer. -protesta mi amigo Alex rodando sus ojos haciendo muecas graciosas a espalda de nuestra profesora. -Vieja amargada.
Reí negando con la cabeza repetidas veces para después seguir con los ejercicios.
Alex es todo un caso, a diferencia de mi él no tiene filtro alguno sobre su bocaza. A veces me gustaría ser mas como el pero se cuando debo no hacer dichos comentarios.
-Suficiente por hoy, pueden recoger sus pertenencias, nos vemos el lunes.
Por fin, tres días libres seguidos. Aunque aun me quede mañana para ir a clases, no importa, descansaré del ballet.
Tanto Alex como yo nos acercamos al banco de madera para tomar nuestras mochilas. Otro inconveniente del nuevo estudio económico es que no hay vestuarios. No podemos cambiarnos ni ducharnos y debemos volver a casa con lo puesto.
Odio estar sudada y mas tener que salir a la calle así aunque supongo que nadie me verá demasiado. Ya es de noche.
Ambos abandonamos las instalaciones y nos dirigimos a la parada del autobús. Mejor dicho al que yo debo tomar. Debido a la zona en la que nos encontramos Alex se niega a dejarme caminar sola. Así que toma un autobús que lo deja quizá un poco mas lejos de su hogar pero solo para cuidar de mi.
Bueno, si, esto es el Bronx señores pero aun nos encontramos en Williamsbridge, no corro peligro. ¿Verdad?
-Gracias una vez más por todo Alex.
-Siempre, lo sabes. ¿No tienes frío Josy?
-Estoy bien, además la temperatura cada vez va aumentando ya que estamos en Mayo.
Mi amigo asiente no muy convencido mirando mi atuendo de ballet compuesto por las medias blancas, la falda caída rosa que conaigue tapar mis nalgas y la camiseta de tirantes.
Aunque ha oscurecido la temperatura es de lo más agradable. Nunca fui friolera además después de todo el calor de aquel estudio la brisa contra mi cuerpo sienta de maravilla.
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The Bronx © +18 | Libro #2 | Bill Skarsgård
RomansaAparentar ser quien en verdad no es siempre se le dio bien. Fingir es facil cuando llevas toda la vida haciendolo. ¿Pero cuando caerá su mascara? No todo es para siempre y el, descubrirá que ella es su debilidad. "Las apariencias engañan y tu eres...