Capitulo 23

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Ivan conduce con una sonrisa estúpida sobre su rostro, sonrisa que no se a que se debe. Y vaya que si me encantaría saber.

Amos nos escabullimos de la casa y ahora nos encontramos en su auto. El camino me es familiar pero sigo sin saber exactamente donde es que me está llevando.

Abandonamos la autopista para adentrarnos en una carretera de tierra y es entonces cuando entiendo a donde nos está llevando. Pero no entiendo que es lo que pretende. Y yo pensando que íbamos a gastar toda la caja de preservativos, que ingenua. En cambio el me trae a este lugar.

Aparca el auto ante la hermosa vista que nos brinda la ciudad iluminada por la noche. Es el lugar donde tuvimos nuestra primera cita. No voy a negar que este sitio me encanta pero no entiendo que estamos haciendo aquí.

Ivan abandona el coche sin decir palabra y se dirige a la parte trasera abriendo el maletero. ¿Va a matarme a caso y tiene escondida una pala para enterrar mi cuerpo? Dios, ves demasiadas películas Josefine.

Sigo sus pasos y salgo del auto recibiendo la brisa cálida impropia de estas horas de la madrugada. Realmente nos acercamos a Junio y cada vez hace mas calor, no puedo quejarme, es mas que agradable.

Miro la ciudad cuando los brazos de Ivan rodean mi cuerpo por la espalda y siento sus besos húmedos contra mi hombro desnudo. Aun llevo el vestido que mamá me obligó poner y no me arrepiento solo por sentir sus besos sobre mi piel expuesta.

-No quiero que nuestra primera vez juntos sea en el Bronx, pero si en un sitio que puede ser especial para ambos, nuestra primera cita.

No se que decir, sus palabras me dejan sin habla y no me creo que el sea tan especial. Ivan es una persona totalmente diferente de cuando lo conocí. Pero el realmente es así, es verdadero y toda esa faceta de chico malo es por las apariencias.

Giro mi cuerpo hacia el y rodeo su cuello con mis brazos acercando mas nuestro cuerpos. Bendito sea el día en el que me equivoqué de autobús y dicho error lo trajo a mi vida. Sonrío sin poder evitarlo acercando mi boca a la suya.

Ivan acorta la distancia entre nuestras bocas y suspiro al sentir sus húmedos labios sobre los míos. Es un beso necesitado pero con calma, disfrutando de cada movimiento. Su lengua pide permiso y se adentra en mi boca volviéndolo todo mas intenso, consiguiendo que mi cuerpo tiemble ante el.

-¿Trajiste los condones? -murmura sobre mis labios haciéndome reír.

Niego con la cabeza pero le resta importancia al encogerse de hombros y tomar de su bolsillo el envoltorio plateado. ¿De verdad va a pasar?

-¿Lo haremos sobre la hierba?

-No nena. -dice mirando a su costado.

Sigo su mirada para observar sobre el pasto una manta color negro que anteriormente he ignorada. ¿Cuando la puso ahí? ¿Y porque lleva una manta en el maletero?

-¿Lo tenias planeado?

-La verdad es que si y no. Sabia que quería tenerte en este lugar pero no cuando.

-¿Y me quieres tener ahora?

-Te quiero tener desde la primera noche que te conocí. Vestida en esas mallas que te apretaban, tu piel tan pálida, tus labios rojos, tremenda tentación para mi. -dice acariciando mi muslo bajo la falda haciéndome jadear.

-Pero tu dijiste que no era tu tipo.

-¿Y tu me creíste? Deberías mirarte mas seguido al espejo amor, eres jodidamente bella y cualquier hombre querría tenerte.

Sin poder evitarlo me sonrojo ante sus palabras. Rezo para que esto no sea un sueño y por primera vez me comienzan a preocupar las palabras de Tamara. ¿será verdad? Pues no hay forma de averiguarlo sin hacer lo que tanto he deseado.

The Bronx © +18 | Libro #2 | Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora