Observo con atención a Ivan mientras camina alrededor de mi cuarto inspeccionando cada rincón de este. ¿Que tanto está mirando?
Toma entre sus manos cada pequeño objeto de decoración y tras mirarlo con detenimiento vuelve a dejarlo en su sitio. No se por que tanto interés, es una habitación como otra cualquiera. Las cortinas son blancas al igual que los muebles, lo único que da un toque de color son las paredes grises y las sabanas rojas de la cama.
¿Que se esperaba? Quizás un cuarto rosa con posters de unicornios y arcoíris flotando en la lampara del techo. Si, seguro esa habrá sido su primera impresión sobre mi.
Se detiene frente a la cama tamaño Queen y sonríe mirándome de reojo. ¿Que pretende?
-¿Puedo ponerme cómodo? -pregunta mientras comienza a deshacerse de su chaqueta.
Asiento encogiéndome de hombros dejando la mochila encima de la silla frente al escritorio. Sin prestarle demasiada atención a Ivan comienzo a sacar mis libros para poder meter después las zapatillas de ballet. Si, hoy debo asistir de nuevo a clases con la bruja. Que ganas tengo de perderla de vista cuando me vaya a París.
Tras acabar con mi trabajo que me ocupa dos segundo de mi tiempo giro para ver a Ivan deshaciéndose de su camiseta. ¿Eso es ponerse cómodo para el?
Mi boca se abre ligeramente sin poder apartar la mirada de su cuerpo trabajado, como sus músculos se contraen cada vez que mueve los brazos y manos doblando la camiseta.
Pero algo mas llama mi atención y es imposible no verlo al ocupar todo su omóplato derecho. Un lobo dibujado sobre su piel tentándome a ir y acariciarlo. Es hermoso. El lobo se encuentra mirándome, hasta consigue hacerme sentir intimidada, por un simple dibujo, y se que tiene que ver con su banda, los Alpha.
-¿Te gusta?
-Es muy tu.
-¿Muy yo? -pregunta riendo girando su cuerpo para quedar de cara a mi.
¡Santa madre!
-¿Podrías ponerte la camiseta mejor?
-¿Porque nena? Dijiste que podría ponerme cómodo.
-He cambiado de idea.
Ivan niega con la cabeza sin hacer caso a mis palabras y se tumba sobre la cama acomodando la almohada bajo su cabeza. Será idiota. Quiero ignorarlo pero no puedo, no teniéndolo así en mi cama y por supuesto aun necesito saber que es lo que le pasó.
-¿Me vas a contar porque tienes la cara así?
-¿Así como? -pregunta incorporándose aguantando su cuerpo en los codos para poder mirarme. -¿De guapo?
-Si Ivan, de guapo. -digo con sarcasmo rodando mis ojos. -De golpeado.
-Un pequeño ajuste de cuentas. No es la primera vez ni será la ultima así que debes ir acostumbrándote a verme en este estado.
-¿Acostumbrándome? Eso suena a mucho tiempo teniendo que verte.
-¿No quieres? -sus cejas se alzan acercándose al borde de la cama para sentarse debidamente. -Ven, acércate.
-No.
Ivan estalla en carcajadas extendiendo su mano hacia mi. Si piensa que va a llevarme a la cama está muy confundido. Por muy bueno que estés no harás conmigo lo que a ti te de la gana Branks.
-No voy a hacerte nada que tu no quieras Josefine, lo sabes.
¿Que yo no quiera? ¿Que se supone que si quiero? Aun desconfiada tomo su mano que permanece elevada frente a mi y me acerca a su cuerpo dejándome de pie entre sus piernas. Su rostro se eleva para mirarme y sin poder evitarlo sonrío pasando mis dedos por sus zonas dañadas.
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The Bronx © +18 | Libro #2 | Bill Skarsgård
RomantikAparentar ser quien en verdad no es siempre se le dio bien. Fingir es facil cuando llevas toda la vida haciendolo. ¿Pero cuando caerá su mascara? No todo es para siempre y el, descubrirá que ella es su debilidad. "Las apariencias engañan y tu eres...