Prefacio

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El cazador perdió al monstruo

"El cazador quedó atrapado en la trampa del amor"

***

El recuerdo de la tragedia persistía en sus pensamientos. Todos los días en su trabajo debía enfrentarse a los comentarios de sus colegas llamándolo "asesino" y "monstruo despiadado" creían que él había llevado a la ruina al joven soldado por haber cogido aquella decisión drástica. Nadie se hubiera arriesgado de esa manera para salvar solamente a una persona, varios soldados de la BSAA afirmaban que ellos no tomarían la decisión de Piers, lo consideraban una locura, aunque otros soldados afirmaban que el mundo sería diferente sin el gran sacrificio hecho.

Por otro lado, una culpa invadía a Chris por sus malas decisiones y tratos dados durante el tiempo de su relación sin mencionar todas las mentiras. Se arrepentía de haberlo hecho si tan solo tuviera una forma de regresar al pasado para enmendar las heridas sin sanar del joven, eso formaba parte del pasado ya que, no había manera de solucionarlo. Piers Nivans falleció aquel día.

A pesar de esto, Chris no se daba por vencido con la teoría alocada que tuvo en una noche de copas con sus únicos amigos que conversaba después de la tragedia. Creía que existía una posibilidad de que, Piers lograra escapar del lugar con la ayuda de otra persona, un poco loco lo considera Barry para aprobar una investigación profunda; actualmente no contaban con los recursos humanos suficientes para implementar una pequeña búsqueda en China, nadie quería arriesgarse tras conocer el virus usado y las consecuencias.

Era como si el destino no lo quisiera ayudar a solucionar sus daños causados hacia un corazón inocente, era la única manera en que podía arreglar todo el desastre hecho. Estuvo contactando a la pequeña Nivans para que, lo apoyará un poco con su teoría, por lo que, obtuvo una respuesta positiva de su parte. Le sorprendió bastante que haya aceptado ayudarlo después de haber sido un testigo fundamental del daño hecho, aunque algo debía de haber tras esa ayuda.

El único cabo suelto que conservaba.

En cuanto, a sus problemas matrimoniales enfrentados posteriormente de varias pláticas terapéuticas pudo hacer las paces con Jill Valentine, quien decidió darle una segunda oportunidad para conservar el lazo familiar que formo con el paso del tiempo. Fue un alivió saberlo porque podía seguir viendo a su único hijo.

Al menos conservaba un poco de suerte.

De repente, escuchó el tocar de la puerta de su oficina provocando que saliera de sus pensamientos, cada día estar trabajando era una tortura aunado a que no contaba con la ayuda del teniente Nivans con quien hacia un perfecto equipo. Acomodó un poco su escritorio donde se podían encontrar envolturas de chocolates y papas; latas de soda y termos de café.

—¡ADELANTE! ­—GRITÓ CHRIS.

La puerta se abrió por su nueva compañera de trabajo. Podía ver a la joven cargada con un papeleo, lo único que le faltaba para rematar el día, revisar incidencias que tuvieran relación con el nuevo asesino que estaba suelto en la ciudad.

—Nos ha llegado nuevos documentos desde Alaska acerca del asesino —comentó la joven, mientras dejaba el paquete de folders sobre el escritorio.

Cogió aire.

Cuando una estación de policía mandaba documentos dirigidos hacia él, solamente significaba una cosa existía una localidad afectada posiblemente por varios reportes ciudadanos hechos, por tal motivo, debía de mandar una unidad a investigar si los hechos eran correctos para iniciar la erradicación de la infección.

—Gracias, ¿no tengo ningún recado? —preguntó Chris.

La joven quedó sorprendida por la amabilidad en Chris, desde la muerte de Piers se había caído en una profunda depresión que le impedía entablar alguna conversación con las personas de su alrededor para evitar ser juzgado.

—No, señor— dijo la joven amablemente—. Los mismos recados de siempre, ¿quiere que se los entregué?

Chris pensó unos segundos antes de aceptar los mensajes que tenía.

—¿Se trata de Daryl Nivans? ­ — replicó.

La joven se limitó mover la cabeza.

La única persona que en verdad se ha cogido en serio las amenazas ha sido Daryl, quien no dejaba de mandar recados tratando de insultarlo por todo el daño que hizo desde separar a su familia hasta matar a su hijo. Aunque, hasta cierto punto el hombre tenía toda la razón en reclamarle todas esas desgracias ocasionadas en otras personas.

—Tira los recados— ordeno Chris.

—Recibido— dijo la joven

La joven se despidió y salió de aquella oficina. Por lo contrario, Chris leía los documentos que venían con cada folder, al parecer existía un pequeño brote en una región de Canadá de acuerdo con varios testimonios de los habitantes. Otro caso que investigar al menos su mente estaría ocupado para no pensar en todos sus problemas que lo rodean.

Abrió el cajón izquierdo de su escritorio para encontrarse con el diario del joven soldado, una nostalgia lo invadió al recordar todos los momentos que pasaron juntos cuando creo la burbuja de felicidad falsa en ambos, hubo un lapso de tiempo donde creía que se volvió a enamorar por primera vez.

Nunca creyó que haría feliz a un chico de esa manera. Lamentablemente, fue basada en una red de mentiras, le hubiera gustado que las cosas se aclararan sanamente, pero el destino se lo impidió a ambos.

Las malas decisiones se veían flejadas a largo plazo. Tuvo que dejar atrás su trabajo anterior y perder los beneficios, además alguien lo había reemplazo efectivamente como el nuevo Capitán en la BSAA, pero eso ya no le importaba debido a que, ya podía disponer de tiempo para realizar sus actividades favoritas y cuidar a su único hijo.

Suspiró.

Cerró el cajón bruscamente al ver pasar una silueta femenina por el pasillo. Temía que Jill lo descubriera que aún mantenía recuerdos de aquel amor que tuvo por el joven soldado aunado a que llegaron a acuerdo para poder sanar sus heridas mutuamente. De repente, escuchó el sonido de su móvil debía ser una alarma que programo para salirse al trabajo e ir a sus sesiones de terapia.

Cogió los folders para estudiarlos un poco la información acerca de la problemática en Canadá. Tenía sus motivos para llevarse trabajo a casa, y era para que Jill no le diera ordenes de hacer quehaceres dentro del hogar ya que, si lo veía ocupado no lo molestaría por unas horas.

Este caso podría ser su solución para volver a recuperar su trabajo de antes y romper con la pésima imagen que tenía frente sus superiores y colegas. Ya no lo haría para buscar respuestas a todas sus preguntas relacionadas con lo sucedido aquel día debido a que, seguiría con los consejos de Paige sobre dejar el pasado y la búsqueda atrás. 

Atormentado AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora