10|Cenizas del pasado

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"Al mirar el pasado puedo encontrarme con recuerdos fragmentos por el fuego que provoque"

Chris

Desconocía por completo el por que Jill oculto nuestro descubrimiento en los túneles. Seguramente debía de tener sus motivos para encubrirme, pero ¿Por qué? Aún no me lo explicaba, no era clase de persona que merecía tener favores de este tipo por mis acciones en el pasado ni mucho menos viniendo de mi exmujer, algo extraño había ahí ¿Qué tal si era una trampa? Debería de dejar las teorías para otro momento y mejor preguntarle directamente.

Las cosas en esta misión se iban convirtiendo sin sentido porque aparecía nueva información sobre un antiguo caso que lleve hace cuatro años, mientras que Nathan afirmaba que la pequeña Nivans podría seguir en peligro por involucrarse, sin mencionar que Ezra encabezaba la lista como sospecho principal en el caso de Piers.

De pronto, salí de mis pensamientos para enfocar mi mirada hacia Ezra que no dejaba de ligarse a Jill cuando encontraba la oportunidad de hacerlo. Sé que no debía intervenir por ningún motivo por cuestiones obvias, pero, lo molestó es que aún no hemos firmado los papeles de divorcio dado que, el juez solicitó un plazo de cinco años de resolución.

Fingí toser para captar la atención de este par.

Un poco inmaduro de mi parte por no saber como sobrellevar la situación del coqueteo apropósito de Ezra con mi exmujer.

—¿Todo en orden, Chris? Parece que te va a dar gripe —comentó Jill preocupada.

Alzó una ceja.

—No sé, me duele un poco la cabeza —mentí.

La expresión de Jill seguía siendo de preocupación por mi comentario. Posiblemente, crea que se traté de una gripe o infección por el aire que estuvimos expuesto en el bosque. Gracias, a la misión podía darme un poco la libertad de fingir estar en enfermo para ciertos asuntos a solucionar.

—Teniente, ¿podemos posponer la investigación para mañana? — cuestionó Jill.

Y el bastardo de Ezra no podía darle una respuesta negativa a Jill para tener después la oportunidad de cogérsela en el primer instante que Jill lo permitiría haría todo para quedar bien con ella. A mi nadie podía engañarme de esa manera porque yo mismo solía aplicarlo en diferentes situaciones y por eso deducía que Ezra hacía lo mismo con Jill.

Por otro lado, Ezra dudo en acceder a la petición de Jill. Aunque, en lo personal su actitud era extraña conmigo debido a que, ella dejó de preocuparse por mí una vez que recaía en el alcohol y termino enfadando conmigo.

—Vale, señorita Valentine —dijo Ezra—. Sé lo importante que el agente Redfield es para usted y debe monitorear su salud. Solo deberán hacer un informe desde la habitación del hotel donde se hospedan.

Pensaba que este imbécil no dejaría tranquila a Jill y accedería a esto. Por un instante creía que negaría toda petición por su actitud de amargado que se cargaba y necesitaba un rato de entretenimiento a fin de aliviar su estrés laboral, mientras Jill lucia emocionada porque obtuvo lo que esperaba después del todo, lo cual resultaba extraño para mí; ella jamás desperdiciaría su valioso tiempo en mí.

—Perfecto, gracias —dijo Jill con una pequeña sonrisa en su rostro.

***

Jill se despidió del teniente Carpenter al dejarnos en la entrada del hotel donde pasaríamos la noche, no tenía ni la menor idea de cuando regresaría a mis actividades cotidianas porque quería comenzar con mi investigación del caso Nivans, no podía decirle a nadie que robe información confidencial de un agente de la BSAA dado que, terminaría perdiendo mi estabilidad económica.

Atormentado AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora