Atormentado Amor

20|Chris, el niñero

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"Aprovecharé la oportunidad para no volverte a perderte"

Chris Redfield

Desde que leí el recado dejado por mi exmujer no dude en hacer una limpieza profunda en el apartamento que alquilaba para no demostrar mi falta de responsabilidad ante de ella dado que, si demuestro un error en algún aspecto de mi vida podría perder los días de convivencia con James, aún asistíamos a pláticas previas al divorcio cuando decidí romper las ilusiones de Jill nuestras vidas fueron cogiendo otro rumbo distinto a pesar de eso, seguíamos teniendo una dificultad en la confianza y comunicación, todo lo que tuvimos una vez se destruyó con la aparición del monstruo.

Ya no me detenía a cuestionar el por qué fallamos puede comprender que fueron mis decisiones lo que causaron todo el desmadre en mi familia, y la falta de convivencia con el pequeño James.

Esté día sería mi oportunidad perfecta para recuperar el cariño de mi hijo y hacerlo borrar la mala imagen que tenía de mi persona puesto que, cuando le solicitaban dibujar a su familia acostumbraba a dibujarme como un dragón o monstruo, el cual atacaba sin piedad con sus llamas quemando todo a su paso.

Comprendo que fui un pésimo padre tras olvidarme y negarme a la responsabilidad que implicaba tener un hijo, sin embargo, mi terapeuta pidió una reconciliación entre padre e hijo solucionando los problemas que teníamos, y estos podrían afectar negativamente el entorno de James de cualquier manera sin mencionar que Jill pidió hablar sobre el problema escolar que tenía el pequeño.

Me preocupaba bastante ese hecho desconocía la situación y avances del problema causada por James, temía a que fuera expulsado de la primaría por una pelea entre sus compañeros o una falta de respeto hacia sus profesores.

En fin, termine de bloquear los canales para adultos, así no tendría la necesidad de preocuparme del contenido visual que vería James y Jill no haría una escena dramática mencionando las consecuencias negativas tras haber mirado una película de ese género. Todo en el apartamento estaba en orden únicamente faltaba esperar la llegada de Jill al edificio y mi día comenzaría a lado de mi hijo.

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—Despierta, dormilón —dijo una voz femenina.

Lentamente fui abriendo los ojos y parpadeo repetitivamente para enfocar mi mirada hacia la mujer que tenía enfrente de mí poco a poco me iba levantando del sofá donde terminé durmiendo posteriormente de haber hecho la limpieza antes de recibir comentarios de mi exmujer.

—Jill, ¿Cómo entraste? ¬—pregunté.

La mujer sonrió y mostró un juego de llaves, el cual fue otorgado por cualquier emergencia que pusiera mi vida en riesgo o la suya.

—Estuve tocando el timbre y no recibí una respuesta —respondió Jill—, creí que tuviste una recaía, ¿Cómo estás? ¿Saliste anoche? Porque encontré condones usados en tu habitación y no quiero interrumpir un romance con la visita de James en la ciudad.

Una recaía, ni loco volvería a caer en los vicios que mantuve por cuatro años seguidos lo único que provocaría sería perder mi nueva vida, la cual fui construyendo a lo largo de estos seis meses.

—Estoy bien, dejé el alcohol hace tiempo y no tienes de que preocuparte —dije

Jill se cruzó de brazos.

Las mentiras desaparecieron cuando escapé del laberinto, y en aquel largo recorrido hacia la luz pude comprender el verdadero significado de ser sincero con las personas que amaba no podía seguir dañándolas para beneficiarme, por lo que, paulatinamente iba cambiando mi manera pensar y sentir empatía.