01|Amargo Corazón

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"El sabor amargo del café es idéntico a tu corazón"

4 años después.

El aroma a café alegraba todas mis mañanas. Se había convertido en mi bebida favorita puesto que, me hacía despertar y darme energía los días donde tuviera un cansancio excesivo por la carga laboral que desempeñaba cotidianamente en mi trabajo, ser un agente de la BSAA implicaba trabajar horas extras para asesorar y apoyar a las comunidades vulnerables de los ataques bioterroristas.

Obviamente no me quejaba por mi cambio de puesto, aunque prefería eso a perder mi empleo. Mis malas decisiones afectaron drásticamente el entorno donde me desenvuelvo cotidianamente; quisiera encontrar una máquina del tiempo para regresar al preciso momento que termino con mi vida, lamentablemente no podía hacer nada para impedir todas las consecuencias.

—Redfield, en mi oficina ahora— comentó Allen.

Salí de mis pensamientos bruscamente. Pude ver como mi superior salé de mi oficina y varias muchachas se quedan asustadas al ver su actitud, ¿Qué le habrá pasado? Normalmente, Allen nos trataba adecuadamente sin causar ningún problema seguramente tendrá un conflicto con su novia.

Antes de causar la tercera guerra mundial, salía de aquella oficina para acatar la petición, mientras caminaba podía escuchar murmullos de las muchachas acerca de lo que me podía suceder adentro. Y no era tema nuevo para nosotros porque el personal del área de victimología estaba familiarizado con el mal humor de nuestro jefe cuando enfrentaba problemas de pareja.

Toqué la puerta de la oficina previamente a ingresar, no quería tener un descanso por una mala actitud que le pudiera molestar a Allen, y lamentablemente hace dos meses atrás tuve una suspensión por interferir en una pelea de pareja le diremos así. Cuando recibió la orden afirmativa, abrí la puerta para encontrarme con una oficina desordenada había empaques de comida por el piso y escritorio; los documentos oficiales estaban cubiertos de chocolate o manchados de café y por último mi jefe era un desastre.

Cogí asiento en una silla que no tuviera una pila de expedientes por revisar. Me extrañaba un poco su llamado porque suele buscarme cuando debo de hacer un análisis de una víctima que haya sido testigo de un caso de bioterrorismo o una colaboración con otra unidad que requiera mi apoyo. Por otro lado, Allen encendió un cigarro antes de decir algún comentario al respecto de su llamado.

—La razón del por qué te he llamado es para un apoyo—comenzó a decir Allen, antes de exhalar el humo que provocaba su cigarro.

Lo sabía. Nada del otro mundo, y ahora me intriga de que trataba esta oferta que proponía Allen.

—¿Qué tipo de apoyo? — pregunté curiosamente.

Allen le dio un sorbo a su café frio o mejor dicho a su café de dos días atrás porque jamás había visto que sacará la taza de la oficina en ningún momento.

—Se han recibido varios reportes de incidencia biológica provenientes de varios habitantes de Alaska— mencionó Allen, mientras leía el documento que le fue entregado por un departamento ajeno al nuestro—. El asunto aquí consta en que cada semana desaparecen al menos tres personas algo inusual entre los habitantes y solamente uno regresa afirmando haberse encontrado con una criatura.

Trato de razonar el planteamiento del problema que enfrentaré en este viaje que realizaré y no encuentro una solución temprano mas que, posiblemente se trate de alguna mutación exagerada de alguna especie animal y cause pavor entre los residentes. Sólo debía hacer una investigación para enviarla al cuartel general con la finalidad si representaba un riesgo mayor.

Atormentado AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora