Reencuentro

2.8K 176 61
                                    

Dick, sábado, Mansión Wayne, 2:00p.m.

Bien.

—Mierda —maldije.

Jason me miró desde el sofá, él estaba limpiando su cara de alguna señal de una pelea.

—¿Qué? —preguntó aun no entendiendo la situación.

—La mesa, eso es lo que pasa. La rompiste, ¿recuerdas?

—Yo no fui, fuiste tu con tú pesado cuerpo.

Lo miré, esa mirada de ¿me estás jodiendo?

—¡Pero si tu fuiste quien me empujó sobre ella! —exclamé volátilmente.

—Pues compra otra, fácil —contestó con abnegación.

Fácil

—Tú sabes que no lo será. Esa mesita le costó casi 500 dólares a Bruce. ¿crees que será fácil? Era de colección —intenté hacerlo entrar en razón.

Jason se levantó del sofá y se colocó junto a mí, mirando los trozos de cristal que estaban en el suelo.

—Puedes buscar en la misma mueblería, quizá guarden otra pieza igual.

—¿Y cómo sabré donde la compró? —cuestiono.

—¿Bruce no habrá guardado el recibo? —infirió.

Lo miré incrédulo. Él sonrió.

—Pues... Babs lo ayudó a encontrar esa pieza por Internet.

—¡Buena idea! Iré a pedirle ayuda a Babs —¿qué? se le llama reacción rápida.

Hace un tiempo que no la visito. Sería lo mejor.

— Repito, irás a pedirle ayuda, no a cualquiera de tus ideas sexuales.

Jay me conoce tan bien.

—¿Yo? Por favor, Jay. Jamás haría algo que ella no quisiera —sonreí al pensar en cómo llegaría y saludarla.

—Ese es el problema —eso ultimo no lo comprendí por estar distraído pensando en Bárbara y con una estúpida sonrisa en mi rostro.

—¿Hum? —reaccioné —¿Dijiste algo Jay?

—Nada. Es mejor que te apresures, Bruce aún sigue investigando su caso con Kate —me dio una palmada en la espalda y después lo vi sentarse en el sofá mirando su celular en mano.

Tomé mi suéter del sofá y me acerqué a la puerta principal. Miré por encima de mi hombro.

—Asegúrate que no se maten esos dos —canturreé.

—Yo los mataría antes.

Sonreí y salí de la mansión. En busca de Babs.

Dick, sábado, departamentos, 2:32p.m.

Toqué la puerta un par de veces hasta escuchar el ya voy de ella.

La puerta al ser abierta, miré ese cabello pelirrojo que tanto me encanta. Esos profundos ojos azules. Su piel tan suave. Sus cálidos labios. Su hermosa cara. Su todo.

—¿Dick? —su cara de asombro no tardó en hacer presencia.

Iba a responderle con un ¡sí! Soy yo ¡sorpresa!, pero me callé al sentir sus brazos rodearme.

Es curioso, cuando era Robin, conocía a la adorable hija del comisionado Gordon. Y al verla por primera vez con él traje de Batgirl, yo sabía su identidad secreta. Reconocería esas adorables pecas, no tan notorias, y ese hermoso cabello rojo.

The BatfamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora