The Batfamily

Regalos

Narrador

Mansión Wayne, domingo, 6:47 a.m.

Y aquí están de vuelta, la Mansión.
Después de una larga charla, y dinero de por medio, para dar de alta al joven adolescente por fin se confirmó, llevándose consigo al chico de vuelta a su hogar, este estando muy callado en todo el camino de vuelta a casa, seguramente pensando en todo lo que ha pasado y todas sus acciones no voluntarias, frustrándose un poco, pero sabe que las cosas no se quedarán así, por supuesto que no, el Espantapájaros se metió con la familia equivocada.

Ahora se encuentra reposando en la silla frente al gran computador, así es, que mejor que llevar a descansar al chico a la Batcave, además, fue a petición de él para poder usar la gran computadora, intentar rastrear al villano o algún índice de presencia futura, un lugar adecuado.

—Ya te conté lo que escuché —sí, Damian aprovechó el camino a casa para hablar con su hermano sobre lo sucedido en la escuela, lo que involucra al doctor y otros villanos que planean algo contra su ciudad en ausencia de Batman —¿Tienes algo en mente?

—Quiero creer que sí, Gremlin —el pequeño bufó ante el apodo que tanto odia, siendo un adjetivo de burla que todos en la familia usan para referirse a él —no me tomará nada en descubrir el siguiente punto de reunión de ese grupo de tontos.

—Me haría tanta ilusión poder atrapar esos delincuentes con mis hermanos —suspira en sueño el acróbata, teniendo por parte de las chicas una mirada filosa —y con ustedes también, por supuesto.

Reinó el silencio. Aun no se olvidaba la incomodidad entre ellos, Tim notó esto así que pensó rápido para aliviar el ambiente.

—Se acerca Navidad —les dice, llamado sus distraídas miradas —¿ya saben que regalos comprar?

—Yo estuve pensando en hacer un convivio entre nosotros —espeta de nuevo el mayor, girando para ver si alguien apoyaba su idea —no estaría mal que todos nos reuniéramos para celebrar juntos —agachó su cabaza por una notoria vergüenza —como familia.

—¡Esa es una increíble idea! —vocifera el joven detective, provocando que los demás se miraran entre sí y sonrieran, apoyando eso.

—Está decidido, iremos de compras.

[….]

¿Pueden imaginarse a los ayudantes de Batman en un lugar con tantas distracciones como lo es un centro comercial?

Toda una aventura.

Aquí están, caminando juntos por un pasillo planeando como organizarse, Dick es quien empuja el carrito de compras mirando a todos lados como las personas también se dedican a comprar sus regalos para Navidad.

—Creo que deberíamos ir cada quien, por su lado, no podemos comprar el regalo para una persona si la tenemos al lado —dice Tim.

—Estas en lo cierto —Barbara es quien le da la razón primero —pero tampoco podremos comprar un regalo para todos, creo que más bien deberíamos pensar en una sola, o al menos sortearnos entre todos.

—Hecho —dice Damian, el cual saca de su saco una pequeña libreta y una pluma del bolsillo de su camisa verde, apoyándose en la espalda de su hermano mayor escribe todos los nombres de los que se encuentran ahí, ya terminado arranca la hoja y hace pedacitos ésta, doblándolos y revolviéndolos dentro de sus manos, extendiendo su puño abierto —tomen uno, la persona que les toque es a quien le tendrán que regalar, y no digan nada, todo es secreto.

—¿Qué hay de Bruce y Alfred? —pregunta Jason quien al abrir su papel su cara ahora radiaba cierta frustración.

—Al final de las compras nos reuniremos y escogeremos entre todos sus regalos.
Y aquí es donde el caos comienza.