Capítulo 8

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Camila salio corriendo con una sensación conocida en su cuerpo.

Esa sensación de adrenalina. Cosquillas en su estómago. Se perdió en la gran masa de alumnos apurados por irse sin fijarse quien había abierto la puerta. Supuso que fue una de las amigas de Lauren o quizás otra persona. No importaba.

- Disculpa - le dijo a alguien con quien había chocado.

- Tranquila - escucho que respondió alguien.

Camino con mas tranquilidad.

Tocando sus labios torpemente.

Por lo que veía, había pasado toda una hora besándose con Lauren, una hora viéndola a los ojos mientras recuperaban la respiración para volver a besarse. Una hora en la que ninguna había pronunciado palabra. Una hora dedicada a besos.

Besos sabor a dulce error, besos sabor a prohibido y según la mecánica del ser humano, no hay nada mas excitante que aquello que se nos ha prohibido.

Beso a Lauren pensó, por que fue ella la que la beso primero. Fue ella quien no aguanto mas e hizo lo que llevaba tiempo queriendo. Agradeció que Lauren no la rechazara. Que sintiera lo mismo. Se mintió a si misma diciéndose que era solo físico.

Recordó la noche que hablo con su padre sobre querer besar a alguien que odias. Era posible, era aceptable. Por esa razón no se sentía mal ni extraña del todo. Ya sabia lo que le pasaba con la loca. Muy a su pesar la deseaba. Muy a su pesar su cuerpo la quería.

Llegando a la salida se sintió ridícula, había dado su primer beso a la persona que más odiaba en su vida.

Ni siquiera se había parado a pensar en ese hecho.

Definitivamente jamás olvidaría a Lauren. Sin pretenderlo le había regalado su primer beso y sin venir a cuento había aprendido lo suficientemente rápido como para seguirle el ritmo sin ninguna problema.

También había experimentado algo mas, algo que no lograba descifrar. Algo meramente físico. Sentía una pequeña incomodidad entre sus piernas. No entendía mucho sobre el deseo ni conocía las posibles reacciones de su cuerpo ante el. Tampoco sabia mucho sobre sexo y esas cosas. Solo inocentes comentarios de sus amigas.

Su padre no hablaba del tema y su cabeza rodaría si llegaba a preguntar, los libros de romance que había leído le parecían patéticos por esa razón prefería leer libros lucrativos. Así que ignoraba el tema. Pero había momentos en los que ella y Lauren se tocaban y se sentía bien. Pero eso no era sexo.

Llegando a la salida vio a lo lejos a sus amigas. No sabía sí ir hacía ellas o irse rápidamente. Tenia miedo de que supieran lo que había hecho. Y peor aun, con quien lo había hecho. Eran sus amigas y aveces no podía ocultarles nada. La conocían mejor que ella misma.

- Camila - la llamo Dinah desde lo lejos, haciendo señas con las manos para que fuera hacía ella.

Muy a su pesar sus piernas cedieron. Camino con dificultad hacía ellas. Llego a donde estaba estacionado el auto de Dinah, un chevrolet camaro bien cuidado.

-¿ Donde te habías metido ? - la ataco Mani - Nos han dicho que no entraste a clases.

- No me sentía bien - no era del todo mentira.

Noto que Dinah la miraba de manera extraña. Con curiosidad. Su nerviosismo creció cuando noto que su mirada era de se lo que hiciste en el baño y con quien.

- Tienes el labio muy hinchado - dijo Dinah acercándose a ella - No lo tenias así cuando te dejamos en el baño.

Mani también se acerco a ver sus labios. Sintió sus mejillas rojas. Sabia que tenia que ideal un plan convincente para que ellas dejaran de hacer preguntas. Estaban a punto de descubrirla.

Mi Alocada Obsesión  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora