Capítulo 35

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Una cabeza se asomo por la puerta, trato de hacer el menor ruido posible mientras abría un poco más hasta darle paso a su cuerpo. Suspiro Aliviada al no escuchar ruidos extraños. Todo estaba completamente a oscuras con un olor raro. Realmente olía a... Mujer... Sexo.

- Supongo que tendré que acostumbrarme - susurro para ella al pasar por fin al departamento. Con el mismo cuidado cerro, un clip hizo eco en la estancia.

- ¿ Escuchaste eso?  - oyó decir a alguien.

- Shhhh, sigue durmiendo.

Supuso que estarían en la Sala, la curiosidad la mató y se dirigió con cautela a el lugar.

No fue sorpresa para ella ver a dos cuerpos desnudos acurrucados en el mueble, la luna las iluminó lo suficiente como para saber quién era quien. Incluso pudo ver el desastre por todas partes y aquel tenue olor ya era fuerte. Miro su reloj y se fijó en que era pasado la media noche. ¿ Habían estado teniendo sexo todo el día y parte de la noche?  ¿ Es que acaso están hechas de acero esas dos?

-¿ Realmente quieres que viva contigo?.

Se iba a ir, pero al escucharlas hablar se quedó parada en la pared que dividía la Sala de las otras estancias.

- Si. Quiero que vivas conmigo.

- Somos tan distintas. Ya nos ví peleando por cualquier cosa estúpida.

- Probablemente tengas razón. Pero quizás no. No sabremos como nos va si no lo intentamos. Además, las páleas  traen consigo la reconciliación, cosa en la que somos expertas.

Estúpidas, pensó Vero. Ellas eran como novias, aveces como recién casadas y no se daban cuenta. Se negaban a ver lo que era obvio por miedo. Se merecían una broma por tontas. Pero antes iría por algo de comida real.

- ¿ Quien está ahí? - pregunto Camila quitándose de encima de Lauren - ¿ Lo escuchaste, no?

- Shhhh, si. Lo escuche - con lentitud y con el corazón acelerado, Lauren empezó a buscar sus ropas. Alguien estaba en el departamento. Un intruso. Y ella no veía nada. 

- Tengo miedo - comentó al escuchar ruidos en la cocina. Como si alguien estuviera buscando algo - Ve a revisar.

- No, ahora también tengo miedo - ninguna podía moverse. realmente estaban asustadas. Y el hecho de que estuvieran desnudas y su ropa fuera de su alcance no ayudaba - No hagas ningún tipo de ruido.

- Eres el hombre en esto. Haz algo - dijo desesperada.

- Lo bueno de esto es la inexistencia de un hombre, no lo Arruines - le susurro - Además, sabes lo cobarde que puedo ser.

- Pero alguien debe proteger a alguien. Tu eres la chica mala, que pensaría la gente si te vieran temblando como lo estas ahora.

- Protege me tu a mi, a la final eres una bruja,  no. Y cual chica mala, ahora tienes ante ti a una chica muy asustada.

Ellas estaban por empezar una tonta discusión pero se callaron al sentir que los ruidos fueron en aumento, hasta podían sentir pisadas ir directamente hacia ellas.

- Lauren - chillo Camila apretándose a ella.

Era alarmante que ninguna se moviera tan siquiera a buscar su ropa o algún arma para defenderse. Quizás se debía a que nunca habían estado en una situación similar y no sabían cómo actuar.

- De seguro es Vero - Dios, que fuera ella.

Con el corazón acelerado y conteniendo la respiración esperaron, las luces se encendieron y todo paso muy rápido.

Mi Alocada Obsesión  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora