Lauren observaba las estrellas con una sonrisa en su rostro. Su mente repetía una y otra vez lo acontecido haces unos momentos.
La manera en la que ella y Camila se entendieron a la perfección.
Había recorrido con su lengua cada lugar expuesto de la otra chica.
Recordó como poco a poco fue bajando por su cuello, lo bien que se sintió lamer sus pechos, apretarlos. Lo estimulante que fue escucharla gemir. Lo alucinante cuando estuvo entre sus piernas.
Su sabor, su textura.
Su olor.
Todavía podía sentir ese sabor en su lengua y tenia pegado en sus fosas nasales su aroma a mujer.
Su grito cuando llegó al tan deseado orgasmo. También la manera en la que ella la subió y la acostó a su lado.
Cuando ella le hizo lo mismo.
Las dos primeras veces fueron un poco torpe en comparación con las dos última. Habían sido muy tiernas y cariñosas. En varias ocasiones se dijeron cosas lindas y en otras sucias.
-¿Cual es tu favorita? - pregunto Camila trayéndola al presente.
- ¿De que hablas? - su corazón latía a un ritmo desconocido. Quizás era por el frío o por la cuestión de haber hecho algo nuevo. Decidió no prestarle atención.
-De las estrellas - acomodo mejor su cabeza en el brazo que le fue ofrecido como almohada. La miraba de perfil. Y la considero muy hermosa.
- ¿Tienes una estrella favorita? Si que eres rara - soltó una risa - Cosa que no me sorprende.
- Tu también eres rara. Te gusta observarlas.
- A todos les gusta observar las estrellas. Es normal. Tu no eres normal. Porque en tu normalidad hay rareza.
- Idiota - Camila captó desde el punto de vista donde Lauren la considera única. Claro que sabia que no fue dicho con esa intención.
- Tonta - sonrío un poco más viendo al cielo, Camila no se había dado de cuenta de que para ella eso era un cumplido. Indirectamente le había dicho que era única - Desde aquí no se ve.
- Sabia que tenias una. La mía tampoco se ve desde aquí - Camila se acomodo mejor, quedando completamente boca Arriba. Para ver mejor el cielo - Escoge una de este cielo.
- Eso seria tonto e innecesario - pero quería hacerlo y lo hizo - Esa - señaló una que brillaba con intensidad y al parecer se movía.
- Esa creo que es un avión.
Efectivamente, era un avión. A Camila no le sorprendió que Lauren buscará la más hermosa y la que brillara más.
- Esa - volvió a repetir. En un cielo estrellado es difícil tener una estrella favorita. Encontrarla entre las demás, tan iguales a ella podía ser una tarea difícil. Pero las dos supieron que siempre darían con la que Lauren señalaba.
- Esa es hermosa. Un poco apartada del resto, pequeña y brillante.
- Todas las estrellas son brillantes, bruja - replico. Le gustaba discutir por cualquier cosa. Eso equilibraba la situación.
- Pero no todas brillan de igual forma para las personas.
Y tenia razón. Lo reconoció en su cabeza. Su estrella favorita lo era por la forma en que brillaba para ella. Tan diferente al resto. Cada vez que la miraba daba con lo que quería. Con eso que buscaba y seguía sin saber que era.
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Mi Alocada Obsesión
JugendliteraturEl amor puede ser un tónico para la muerte o una fuente de vida, todo depende de como te golpee. Para dos adolescentes totalmente diferentes puede ser el fin de su perfecto mundo. Todas las alumnas de la Escuela secundaria del condado de Marsha...