- Te volviste loca, no me puedes tener aquí en contra de mi voluntad - grito Camila mirando hacia todos lados.
No veía escapatoria. A duras penas había llegado a la Sala.
Casi se encierra en el baño pero Lauren fue rápida y se lo impidió, casi consigue salir pero otra vez se lo impidieron.
Estaba botando humo y la cabeza le echaba candela de lo molesta que estaba y no precisamente por estar encerrada.
No, ella estaba molesta por lo excitada que estaba. Por lo traicionero que podía llegar a ser su cuerpo.
Y porque llevaba cuatro años sin sexo. Y ver a Lauren le hizo revivir momentos que deseaba volver a vivir.
En el preciso instante en que le dio la bienvenida ella se echo a reír y fue por su ropa pero no la encontró por ningún lado.
Y entonces paso, los grito, los insultos, la llamada... Perdió la cuenta de las veces que le pego. Su piel estaba roja y sus manos ardían por cada golpe.
- Dios, solo piensa lo. Será solo este fin de semana. Nuestro último fin de semana después jamás nos volveremos a ver - se señalo, aun desnuda - seré tu regalo de despedida de soltera.
Camila se fijó un poco más en aquel tatuaje.
Bruja. Se moría por saber si se refería a ella. Aunque era obvio que se refería a ella. ¿ Por que se lo había hecho? Dios, tenía que dejar de verla. Estaba desnuda y muy segura de su cuerpo.
Definitivamente ya no era una niña. Su cuerpo estaba más curvilíneo. Lleno mucho más en lugares que antes no.
- Tengo que irme - fue todo lo que dijo borrando la posible respuesta e ignorando sobre todo la respuesta de su cuerpo ante esa deidad que tenía al frente - Me caso dentro de tres días, joder - eso Camila, concentrate en tu boda. Piensa en los preparativos. Piensa en tu familia, no puedes desaparecer. Se van a preocupar.
Su familia ya debería haber empezado una búsqueda. Era cuestión de tiempo de que llegaran a ella. Y esta vez le daría muchos mas motivos a su padre para que matara a Lauren.
- Te casas la semana que viene - dijo confundida. Dinah había dicho que faltaba una semana.
- El lunes. Hoy es viernes. Osea que la semana que entra, el primer día de la maldita semana me caso - grito tirándose encima de ella para volver a golpearla, las dos rodaron por el suelo, Camila repartiendo golpes y Lauren esquivando - Deja que me vaya. Debo prepararme. Estar al pendiente. Los invitados, la comida... Debo estar al pendiente de todo. Es mi boda, maldita sea.
- Te casas el lunes - no fue pregunta, lo captó ignorando lo último, no debía pensar en preparativos de una boda que le molestaba - Entonces disfruta de estos dos días, prometo que el domingo te dejó en tu casa - debía convencerla. Era su último oportunidad de tenerla una última vez.
- Que parte de no, no entiendes - Dios, tenia que salir de ese lugar. Estaba apuntó de caer. Piensa en los contra... Son muchos los contra. Se decía. Dios, pero cuanto necesitaba de un buen revolcón para sacar todo el estrés. Estaba empezando a ver aquella descabellada propuesta atractiva.
Lauren al ver su negativa ante sus palabras, se fue a los hechos. Como aún la tenia encima de ella con la sabana tapando su bellos cuerpo, la agarro con fuerza hasta dejarla igual de desnuda que ella y se le colocó encima sin logra que abriera las piernas. Ya estaba harta de la discusión, llevaban toda la mañana en lo mismo y ya era las tres de la tarde.
- ¿ Que mierdas crees que estas haciendo? - grito asustada al saberse desnuda y era muy consiente del cuerpo también desnudo que estaba encima de ella ahora - ¿ Planeas violar me? No pensé que caerías tan bajo, Jáuregui.
ESTÁS LEYENDO
Mi Alocada Obsesión
Teen FictionEl amor puede ser un tónico para la muerte o una fuente de vida, todo depende de como te golpee. Para dos adolescentes totalmente diferentes puede ser el fin de su perfecto mundo. Todas las alumnas de la Escuela secundaria del condado de Marsha...