capítulo 40

167 13 0
                                    


Todo pasa por una razón, todo estaba ya escrito o eso pensó la mayor parte de su vida.

Que estúpida había sido por pensar así, muy tristemente se dio cuenta de que las cosas suceden por azar, sin razón alguna creando oportunidades las cuales se volvían experiencias, de las que aprendes.
Incluso cuando fallas.

Especialmente cuando fallas. Y ella estaba allí, aprovechando esa oportunidad de la vida.

Disfrutando de la chica que tenía sobre su pecho riendo por aquella tonta película que habían visto una infinidad de veces. ¿Pero de eso no se trataba todo? ¿De momentos intangibles?

No, no eran solo esos momentos, son con quien los vives y ella moría por vivirlos siempre con esa chica que reía una y otra vez viendo la misma escena, como si fuera la primera vez y eso hacia ella, disfrutar de ese momento como si fuera la primera vez, detallando cada nuevo destello, viendo algo nuevo por loco que pareciera.

Pero en ese momento, mientras veía aquella película que tanto habían visto en aquella misma posición, se dio cuenta de que esa oportunidad que la vida le estaba dando no la volvería a tener nunca y muy tristemente supo que sería infeliz por el resto de su vida porque ella no la aprovecharía.

Camila merecía algo mejor que ella. Suspiro dándole un beso a su cabellera.

Alguna vez han escuchado eso de la vida te da sorpresas pues es lo mismo que la vida siempre te golpe y a Camila la vida le estaba dando una paliza.

Deberían estar teniendo sexo no viendo una película como si fueran recién casadas... No, recién casadas no. Como si tuvieran cinco años de matrimonio. Ella besaba su cabeza con si la amara y eso le hacia tanto daño. Sabia que cuando el mañana llegará, ellas no volverían a tener nada.

- Bruja - le llamó Lauren mientras trataba de levantarse  - Necesito ir al baño. 

- Ok - dijo levantándose de su pecho y sonrió al verla salir como una bala al baño ¿ Desde cuando se estaría haciendo?

Una vez que la perdió de vista suspiro con miedo.

Ese sería su último recuerdo con ella. Se supone que debería estar en su casa, pero no.

Estaba allí, recostada en un mueble esperando a Lauren.

Recordó vagamente la llamada que hizo a su casa para decir que Dinah le había regalado un fin de semana en un spa fuera de la ciudad y que regresaría el domingo, pero hace unas hora había vuelto a llamar para decir que tuvo dificultades para salir y que lo haría mañana en la mañana.

Pero no se quería ir. No quería dejarla. No podía y eso era lo que haría.

Ese fin de semana era uno de los recuerdos más bonitos que tendría en su vida. Los paseos por el bosque y el lago, los picnic, el casi morir por meterse en el lago helado de noche. Todo había sido tan perfecto en su escala de perfección. Y lo mejor de todo fue la compañía.

- Creo que debemos ir a descansar - dijo Lauren llegando donde ella y tendiendo su mano - Mañana tendrás un largo día.

Camila no quería saber nada de mañana, solo le quedaban unas cuantas horas junto a ella. Debía aprovecharlas.

- Entonces tendremos que hacerlo una última vez - susurro tomando la mano que le ofrecían y se levantó.

- Entonces debemos esforzarnos porque sea la mejor - sin precio aviso la tomó por la cintura y la alzo - Esta noche prometo darte el mejor sexo de tu vida.

Camila soltó pequeñas carcajadas que amenazaban con volverse llanto al sentir como la llevaban a la habitación. Su última vez con el amor de su vida,  a menos que... No, saca esos pensamientos, Cabello. Lauren  no te ha pedido nada.  Se regaño.

Mi Alocada Obsesión  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora