Capítulo 25

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Cuando eres adolescente crees que el mundo gira alrededor de ti y que en muchas ocasiones que hasta se te viene encima con simples eventos desafortunados.

Camila sentía en ese momento que su mundo se le venia encima.

- Podemos fugarnos - propuso Lauren una vez dentro, seguían desnudas a pesar de los intentos de Camila por vestirse e ir detrás de su padre.

Camila a pesar de las lágrimas y los nervios sonrío, pegándose mas a Lauren, dejo que la consolara.

No debía permitir eso, pero en ese momento importo poco. En ese momento dejo de prestarle atención a los latidos de su corazón, que nada tenían que ver con lo de su padre, muy en el fondo sabía que pelearía y desafiaría a la vida solo para que Lauren formara parte de ella.

Si,  ella harías eso y mucho más.

Por otro lado Lauren no sabía que decir, pero sabia que debía evitar que ella se fuera. Solo empeoraría las cosas si hablaba con su padre ahora. Pero las imágenes de lo qué si podían hacer en ese momento tampoco eran buena idea, odio la forma tan rápida en la qué su cuerpo y mente reaccionaron.

- El va a matarme - susurro recostando su cabeza en el hombro de Lauren.

- Es tu padre, no hará tal cosa - la alejo un poco para acomodar la cama que habían improvisado, si la seguía abrazando se la follaría sin delicadeza  - Solo deja que asimile lo ocurrido.

- ¿Que asimile lo ocurrido? - repitió con cierta histeria alejándose de ella, empezó a buscar sus cosas incluida su ropa para vestirse - Vio a su hija desnuda dándole placer a otra chica. ¡A otra chica!

- Relájate, deja que lo procese, lo aceptara. A fin de cuentas, no ibas a ser para el.

- Cállate la maldita boca, no conoces a mi padre. Ahora déjame ir.

Lauren no podía negar que cada palabra que salio de esa dulce boca la prendió. Fue hasta ella y la apretó fuertemente tratando de aclarar su mente y Camila desnuda no ayudaba. Era tan difícil aguantar las ganas cuando la tentación estaba desnuda delante de ella. 

- Esa boca Cabello - trataba de respirar con normalidad. La idea era calmarla y evitar que se fuera. La idea no era hacerle lo qué su mente y cuerpo querían. 

Camila estaba muy asustada y preocupada pero entonces Lauren viene y se pone cachonda y bueno ella tampoco es que es de hierro.

Todo su cuerpo caliente pegado al de ella. Necesitaba darle un momento a su padre para que lo procesará, de eso seguro, lo acaba de entender. Pero ahora no tenia ni idea de como se sentía.

Muchos sentimientos la estaban acabando.

El miedo combinado con la adrenalina pueden ser peligrosos.

Lauren era peligrosa para su sistema. Ese peligro le estaba empezando a gustar más de lo normal.  

- Haz me el amor, Lauren. Haz que olvide todo por unas horas... Por toda la noche - bueno, ya que su padre las había descubierto, mejor hacer que valiera la pena... Otra vez - Por favor.

- Tus deseos son ordenes, Camila.

Lauren la beso para luego soltarla e ir hasta su celular.

- ¿Que haces? - Pregunto cruzándose de brazos un tanto indignada al verlas revisar su celular nuestras ella la esperaba desnuda.

- Solo colocaré música.

- Eso seria raro.

- Sería fenomenal follarte escuchando música, tus gemidos se mezclarían con la melodía. Celestial. Ni el mismísimo Beethoven sería capaz de escuchar semejante obra y dudo mucho qué la cree igual que yo.

Mi Alocada Obsesión  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora