Las calles estaban ligeramente iluminadas. Ligeramente frías. Las ventanillas del auto estaban bajas por petición.
- Solo quiero sentir la brisa en mi cara - había pedido ella.
Lo cierto era que la brisa le alborotaba los pelos y le golpeaba la cara, la chica no sentía ya que iba dormida. Y a pesar de eso, Lauren considero que esa mujer qué iba a su lado se veía mucho más que hermosa. Presiono un botón y la ventanilla empezó a subir.
-No, déjalo bajo - volvió a pedir tocando su mano, en ningún momento se movió de mas.
Lauren hizo lo que le pedía y supo en ese instante que siempre seria así. Lo que su esposa pidiera ella se lo daría.
- ¿ A donde vamos? - preguntó somnolienta.
- A casa.
Y ahí estaba en camino. Su Nuevo hogar. Y Camila lo reconoció al instante.
- Lauren - Camila reacciono al ver la la casa - ¿Como?
- Los antiguos dueños ya no querían estar aquí. Ahora es nuestra.
Nuestra pensó con emoción. Había un nuestro. La casa que tenían delante de ellas guardaba sus mejores y peores momentos.
- Se ve diferente - aun en el auto observaban la fachada de su nueva casa - ¿ Por que la compraste?
- Intuición. Algo me dijo que lo hiciera.
- Se más sincera - dijo de ver la casa y se concentraron en ella.
- Mi padre me la compró con la esperanza de que me mudara un día, la verdad es mía desde el año pasado - después de un rato en silencio Lauren confeso - No iba a dejar que te casarás, Camila. Tenía planeado robarte, pero las cosas no se dieron como quería. Tu te bajaste tan rápido del auto y yo sentí que...
- Me dolía seguir a tu lado. No podía seguir.
Lauren la callo con un beso dulce. Tenían que bajar a ver su Nuevo hogar.
-Señora Jauregui, déjeme llevarla a su Nuevo hogar de la manera correcta.
Lauren bajo del auto y fue hacia el asiento del copiloto y le abrió la puerta.
- Que amable, Señora Jauregui.
Entro de lleno al asiento y trato de sacarla en sus brazos.
- Lauren - empezó a reír - Nos caeremos. Bájame.
- No... te llevare como es debido - camino con dificultad con su esposa en brazos - ¿ Desde cuando pesas tanto?
- ¿ Me estas llamando gorda? - estaban en la puerta.
- No, pero creo que tu culo creció.
- Tenemos que hablar primero, Lauren. Todavía hay puntos que debemos aclarar.
- Lo se. Pero es que... Es nuestra noche de bodas. Y... Diablos Bruja, quiero tenerte. Necesito tenerte.
- Lo dices como si hubiera pasado una eternidad en vez de unas cuantas horas - replicó Camila siendo consciente de lo irritada que había quedado esa mañana.
- Para mi nunca será suficiente.
Camila bajo de sus brazos y la miro con ternura. Juntas abrieron la puerta.
- Espero que no sea como aquella vez - rogó Camila.
- Es diferente - susurro dándole espacio para que ella entrara.
La casa estaba totalmente diferente a aquella vez. Olía a limpio y todo estaba limpio. Lauren se había encargado de eso. Tenía un año remodelando la.
ESTÁS LEYENDO
Mi Alocada Obsesión
Teen FictionEl amor puede ser un tónico para la muerte o una fuente de vida, todo depende de como te golpee. Para dos adolescentes totalmente diferentes puede ser el fin de su perfecto mundo. Todas las alumnas de la Escuela secundaria del condado de Marsha...