•Taylor•
Había sido una partida de póker justa, me había defendido lo suficiente para sentirme satisfecha incluso tras haber perdido.
La veo hacer una llamada a servicio a la habitación, y caminar de un lado a otro sin dejar de observarme detenidamente y con esa sonrisa traviesa, seguramente está pensando qué hacer conmigo, la espera me está matando...De pronto me hace subir a la cama sonriendo con malicia, no sé qué tenga planeado pero por su sonrisa imagino que es algo muy intenso.
Me siento como un ciervo ante los faros de un coche, como una polilla junto a una llama, como un pájaro frente a una serpiente... Y ella sabe exactamente lo que está haciendo.
Sus labios se arquean otra vez dibujando una ligera sonrisa y dirijo la mirada a su boca.
*Laura: -Bueno, he pensado que debía recordarte lo bueno que es que yo me apodere de tu cuerpo...- Dios mío. La miro boquiabierta, y sus dedos se desplazan de mi oreja a mi barbilla.
Sus ojos brillantes destilan una expresión de desafío. Tiene los labios entreabiertos. Está esperando, alerta para atacar. El deseo -agudo, líquido y provocativo- arde en lo más profundo de mi vientre. Me adelanto y me lanzo hacia ella. De repente se mueve, no tengo idea de cómo, en un abrir y cerrar de ojos estoy inmovilizada debajo de ella, con las manos extendidas y sujetas por encima de la cabeza, con su mano libre agarrándome la cara y su boca buscando la mía.
Me mete la lengua, me reclama y me posee, y yo me deleito en su fuerza. La siento por todo mi cuerpo. Me desea, y eso provoca extrañas y exquisitas sensaciones dentro de mí. No a una supermodelo con sus minúsculos bikinis, ni a uno de sus exnovios, ni al estúpido de Ben Foster. A mí. Esta hermosa mujer me desea a mí. Deja de besarme. Abro los ojos y la veo mirándome fijamente.*Laura: -¿Confías en mí?- me pregunta. Asiento con los ojos muy abiertos, con el corazón rebotándome entre las costillas y la sangre tronando por todo mi cuerpo.
Estira el brazo y del cajón de la mesita de noche saca una mascada de seda... Una que suele usar muy seguido. Se sienta rápidamente a horcajadas sobre mí y me ata las muñecas anudando el otro extremo de la mascada a un barrote del cabezal de la cama. Tira del nudo para comprobar que es seguro. No voy a ir a ninguna parte. Estoy atada a la cama, y muy excitada.
Se levanta y se queda de pie junto a la cama, mirándome con ojos turbios de deseo. Su mirada es de triunfo y a la vez de alivio.
*Laura: -Mejor así...- murmura.
Esboza una maliciosa sonrisa de superioridad. Se inclina y acaricia uno de mis pies. Oh, no... No... Los pies no... Me dan demasiadas cosquillas y no quiero arruinar el momento.
*Taylor: -No.- protesto y doy patadas para que me suelte. Ella se detiene.
*Laura: -Sí focejeas, te ataré también de los pies, Taylor. Si haces el menor ruido te amordazaré. No abras la boca. Seguramente ahora mismo el tipo del servicio a la habitación está ahí afuera escuchando. ¡¿Amordazarme?! ¡El tipo de servicio a la habitación! Me callo.
*Laura: -Veamos.- se pasa la lengua lentamente por el labio inferior. -Estás mordiéndote el labio, Taylor. ¿A caso quieres excitarme?- me presiona la boca con su largo dedo índice en modo de advertencia.Dios mío. A penas puedo contenerme, estoy indefensa en la cama, viendo cómo se mueve tranquilamente por la habitación. Es un afrodisíaco embriagador. Sin prisas se revuelve el cabello y se recarga en el tocador...
*Laura: -¿Qué haré contigo Taylor Schilling?- la escucho decir bajito con esa voz seductora que siempre arranca una respuesta positiva de mí.
Tocan a la puerta y es el servicio a la habitación, nuestra botella de vino ha llegado acompañada de una cubeta de hielo... Ella la toma con elegancia y agradece al empleado dándole algo de propina, sirve solo una copa y se acerca conmigo a paso felino.*Laura: -Creo que has visto demasiado...- se ríe maliciosamente. Vuelve a sentarse encima de mí, a horcajadas, y me levanta la blusa. Creo que va a quitármela, pero la enrolla a la altura del cuello y luego la sube de manera que me deja al descubierto la boca y la nariz, pero me cubre los ojos. Y como está tan bien enrollada, no veo nada.
*Laura: -Mmm...- susurra satisfecha -Esto va cada vez mejor. Voy a tomar una copa...-
Se inclina, me besa suavemente en los labios y dejó de sentir su peso. Oigo el leve chirrido de la puerta de la habitación... Dijo que iba a tomar una copa... ¿Dónde? ¿Aquí? ¿En la terraza? Aguardo tratando de escuchar. Distingo solo ruidos sordos y sé que está hablando con Natasha... Oh, no... Está prácticamente desnuda. ¿Qué va a decir Natasha? Seguramente se la devorará con la mirada. Oigo un golpe seco. ¿Qué es eso? Regresa, la puerta vuelve a chirriar, oigo sus pasos por la habitación y el sonido de hielo tintineando en una copa. ¿Qué está bebiendo? ¿Es el vino por fin? Cierra la puerta y oigo cómo se acerca. Vuelve a sentarse a horcajadas sobre mí, sé que está desnuda.
*Laura: -¿Tienes sed, Tay?- me pregunta en tono burlón.
*Taylor: -Sí.- le digo, porque de repente me he quedado con la boca seca. Oigo el tintineo del hielo en el cristal. Se inclina y, al besarme me derrama en la boca un líquido delicioso y vigorizante. Es vino tinto. No lo esperaba y es muy excitante, aunque está helado, y sus labios también están muy fríos.
*Laura: -¿Más?- me pregunta en un susurro. Asiento. Sabe todavía mejor porque viene de su boca. Se inclina y bebo otro trago de sus labios... Madre mía.
*Laura: -No nos pasemos. Sabemos que tu tolerancia al alcohol es limitada, Taylor...- no puedo evitar reírme, y ella se inclina y suelta otra deliciosa bocanada. Se mueve y se coloca a mi lado, puedo sentir su cuerpo tibio rozándome. La necesito ya dentro de mí.
*Laura: -¿Te parece ésto agradable?- me pregunta, y noto cierto tono amenazante en su voz.
Me pongo tensa. Vuelve a mover el vaso, me besa y, junto con el vino, me tienta con un trocito de hielo en la boca. Muy despacio empieza a descender con los labios desde mi cuello, pasando por mis pechos, hasta mi torso y mi vientre. Me mete un trozo de hielo en el ombligo, dónde se forma un pequeño charco combinado tanto de hielo como de vino muy frío que provoca irónicamente un incendio que se propaga hasta lo más profundo de mi vientre. Wow.
ESTÁS LEYENDO
NO FUE UNA AVENTURA, ESA FUE MI VIDA.
FanfictionUna historia Laylor, entre las cientos que hay, pero con un toque más a mi versión, espero que la disfruten. *No se permite copiar y/o modificar total o parcialmente la historia. Todos los derechos reservados* [Parte 1/2]