amor prohibido.

capitulo 20

Capítulo 20

Manuel.

Cuando estoy a punto de lograr lo que más deseo ella decide parar y dejarme en estas ganas más intensa de poseerla. Se viste rápidamente y se despide solo con pico. Se baja y se dirige al elevador que está en el parqueadero. Me quedo pensando lo rico que fuera sido tener sexo en el carro.

Una llamada de mi esposa me saca de mis pensamientos.

- Hola amor. Donde estas, porque no has llegado

- Voy en camino

- Trae comida, no he cocinado

- Cosa rara en ti que no cocines.

- Sabes que lo mío no es cocinar.

- Ok, yo paso por arroz chino.

- Hablamos acá

Cuelgo la llamada y al salir del parqueadero puedo notar que victoria vive cerca de mi casa a unas 20 cuadras. Vive cerca podré traerla cada vez que salgamos de clase.

Llego a mi casa y dejo la comida el momento que tuve con victoria me dejo sin hambre y solo quiero recostarme un rato y soñar con ella.

Victoria.

Salgo del auto de Manuel sin aliento, pero con una cara de felicidad y subo el ascensor y pienso lo que paso hace un momento que locura jamás pensé haber hecho esto. Creo q si mi madre se entera me mataría y mi padre creo que me deshereda. Entro mi casa y Ángela está esperándome y con fresco y pollo y papas frita. Ya me imagino que quiere todo los detalles.

- Señorita te estaba esperando.

- Ya veo,

- Por tu cara roja como un tomate, puedo ver q te fue súper.

- Súper, me fue magníficamente bien.

- Sí, quiero todos los detalles

- Oye, todos more.

- Si todos la tarde es larga.

- Bueno que te puedo decir, casi tengo sexo en su carro. Pero es que me deje llevar.

- Como oye que te dije.

- Si al recordar eso recobre la compostura.

- Eso espero, segura que no pasó nada más que besos.

- Bueno me quito el vestido y el sostén.

- Que te empeloto, este profe va rápido

- Sí, eso tengo que aclararlo.

La tarde se fue rápido y entre mi cuarto quería escribirle a Manuel.

Manuel.

Me quede dormido con mi hija y me desperté con ganas de saber de victoria a sí que salgo de la casa. Porque mi esposa siempre está pendiente a mi celular y no sé cómo disimular mi alegría cuando le esté escribiendo, por ahora ocultare todo.

A sí que Salí a un parque con el pretexto de llevar a mi hija al parque y a si escribirle. Ya muero por saber de ella.

Victoria y Manuel.

- Hola princesa como estas que haces.

- Hola, aquí nada está pensando en ti.

- Si, que pensabas.

- En la locura de esta tarde.

- No fue locura, tú y yo lo deseamos.

- Sí, pero no estuvo bien, de eso quiero hablarte.

- Si, te escucho.

- Nunca he tenido una relación a si y no quiero ir tan rápido. Eso ni siquiera fue una cita.

- Yo sé que tú no has tenido una relación a si, me gustas mucho y esperare el tiempo que tenga que esperarte.

- Ok, gracias x eso, y tengamos una cita normal.

- Si claro. Solo en ocasiones re cuerda que estoy casado y que habrán lugares donde no podremos ir, no por mi esposa si no por mi hija no quiero que sufra con esto.

- Entonces si no quieres que sufra porque lo haces.

- Porque tú me gustas mucho. Y mi matrimonio no va bien.

- Mmmm. Ok yo entiendo claro. Pero tengamos una cita y nos conocemos mejor hay cosas que no se de ti y tu de mí y me gustaría eso.

- Ok mi reina como tú quieras. Te parece el sábado.

- Si claro el sábado.

- Bueno me voy a mi casa salí para hablar contigo un rato y ya me voy. Te escribo mañana. Y te mando besos.

- Ok. Feliz noche y también te mando besos.