capitulo 32

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Capítulo 31.

Manuel.

Salí de casa sin que juliana se diera cuenta, que nos fuimos no quería volverá discutir con ella, y menos que la niña se diera cuenta. Y como aún no se levantaba no noto que nos fuimos.

Llego a casa mi madre, con un bolso con las cosas de mi madre y ropa para mí. Ella ya sospecha lo que pasa. A sí que solo toma a la niña de mis brazos y le pide a lolita, la señora que le ayude que la lleve arriba. Para que acomode sus cosas. Y me pide que hablemos en la terraza de afuera en el patio de la casa.

Salimos y nos sentamos.

- Ahora si hijo cuéntame. Que paso, con juliana.

- Ayer salió desde temprano y dejo la niña en casa de su mama, porque iba a salir con unas amigas y llego a las 2 de la mañana tomada y hedionda a cigarro

- Y, que le dijiste, crees que tenga una aventura con alguien.

- No se madre, pero más bien que fue lo q me dijo ella a mí.

- Que te dijo, hijo.

- Que yo era poco hombre, que ya no la satisfacía y que no le inspiraba de seo y muchas cosas más.

- De seguro tifie otro, no le veo explicación a esto.

- Sí, yo creo lo mismo se lo pregunte.

- Que te respondió,

- Que pensara lo que quisiera.

Terminamos de habar porque mi hija se acercaba a mí, así que cambiamos el tema rápidamente.

Y esta princesa se pasara el dio hoy con su abuelita. Le decía mi madre a mi hija. De hecho es hoy y mañana, nos vamos a quedar a dormir, le contentes a mi madre. Le pregunto a mi madre por mi hermano.

- Mama, esta Federico en casa.

- Si, debe de seguir dormido.

- Subiré a verlo, necesito hablar con el.

Subí al cuarto de mi hermano y seguí dormido. Ha si que hice algo que siempre hacíamos de niños. Lo coji por el pie y lo jale. Este se levanto de un susto de la cama.

- Sabía que eras tú.

- Jejejejeeje en serio, no creíste que era el coco.

- No, años que no hacíamos eso.

- Si, de niño siempre lo hacíamos. al ultimo en levantarse .

- Jejeje. Y eso, tu tan temprano hoy por aquí.

- Si. Pelee con juliana

- Cosa rara no.

- También tengo que contarte algo.

Victoria.

Salir con mi amiga Ángela a comprar, no es fácil, ella nunca le gusta nada. Y ya llevamos do horas caminando y no nos decidíamos por nada, a si que nos detuvimos a tomar una merienda para seguir buscando el vestido perfecto para esta noche.

- More, sabes que hice reservas en un spa hoy a las .3 de la tarde.

- Sí que bueno.

- Y de ahí nos vamos para donde mi amiga. Cristal para que te maquille y te peine.

- Tus estas en todo. Por eso te amo mi more.

- Yo lo se mi amores.

Seguimos merendando terminamos y salimos directo a una boutiques que quedaban en las bóvedas. Una de las partes más reconocidas por los cartageneros, con una historia única. En la época de la colonia eran utilizadas para reguardar presos y esconderse de los que intentaban saquear la ciudad amurallada. Hoy en día la utilizan para el mercado de esmeralda, oro y muchas boutiques de ropa de reconocidos diseñadores de la ciudad. Seguro hay consigues el vestido perfecto. Para esta noche, me dijo mi amiga.

Por fin encontramos el vestido que quería.

Un vestido. Corto de color negro. Hombros afuera. En la parte de abajo muchas piedras que imitaban diminutos diamantes. Que hacían que brillara un poco. Me gustaba porque era casual pero a la vez me hacía ver sexy, y muy linda.

- Ahora, faltan los zapatos.

- Si se.

- Tenemos media hora para ir al spa.

- Ya se cueles quiero.

- Si cuales.

- Vamos, se dónde los vi.

Llegamos al lugar donde los vi. Y seguían hay. Eran unas zapatillas de color negro que imitaban la piel de una culebra y tenían tacón de aguja más o menos de unos 12 centímetros de alto. Me favorecían ya que no soy muy grande. Aduras penas mido 1.55 y Manuel es súper alto. Al salir de comprar las zapatillas salimos para el spa.

Llegamos al spa. Y os llevo una chica aun cuarto para comenzar con los tratamiento en nuestra piel, me quede dormida la igual que mi amiga cuando nos masajeaban.

Salimos de ahí directo al salón de la amiga de Ángela. Cristal.

Le comente como sería mi vestuario y ella solo dijo perfecto ya sé que hare contigo. Vas a dejar a ese hombre boqui abierto, cuando te vea. 

amor prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora