capitulo 34

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Capítulo 34.

Victoria.

Le comencé a comentar a Manuel, sobre la llamada de mi padre, y lo que me había pedido. Que hiciera.

- Mi padre, me llamo a decirme que a mi madre la ascendieron a directora del hospital.

- Felicidades por tu madre, mi suegra.

- Jejejeje, gracias, solo que tengo que realizar una fiesta.

- Si y eso que tiene de malo.

- Que es para el otro sábado, no hay mucho tiempo.

- Tú puedes, cuenta con mí ayuda. Solo dime en que te puedo ayudar

- Ok. Amor yo te digo, mañana que llegue mi hermana.

- Ti enes una hermana.

- Sí, pero vive en Bogotá, ella es ingeniera química.

- Que, bueno y es mayor que tú.

- Si tiene 25 años.

- Esta joven. Bueno me dices como te ayudo.

- Por ahora olvidémonos, de eso y disfrutemos nuestra cita.

- Tienes razón. Y para donde iremos después.

- Un lugar, donde tú y yo nos olvidaremos del resto del mundo.

- En serio, y como me aras olvidar el resto del mundo.

- Tengo mis mañas, para lograr eso.

- Ya quiero ver esas mañas.

- Ya, lo veras. Estoy que dejo esta comida a medias, porque tu estás haciendo que me den muchas ganas.

- Yo, también tengo muchas ganas.

-

Manuel.

Esta última parte de la conversación con victoria, está haciendo que me den muchas ganas, y más cuando me dijo que tenía ganas. No pude evitar meter mi mano por debajo de la mesa, y tocar sus partes íntimas y pude notar que estaba bien húmeda. Eso me éxito más. A sí que con cuidado aparte su panti y metí mi dedo en su vagina y comencé a moverlo y sacarlo para darle un poco de placer, ella intento quitarme mano y me decía que no por el lugar donde estábamos, así que la acerque y la bese y su respiración era agitada se le notaba que esta muy excitada y al besarla daba jadeos.

Me toco detenerme porque vi que el mesero se dirigía hasta nuestra mesa. Quizás a traer la cuenta.

A si que rápidamente saque mi dedo y cobre la compostura. Ya deseaba irme del lugar. Victoria también hizo lo mismo.

Victoria.

Hablaba con Manuel y le decía que pensaba hacer para olvidar el resto del mundo, tengo que aceptar que esta conversación me tiene bien excitada y mis jugos vaginales bajan y mojan mi panti. De repente siento cuando Manuel comienza acariciar mis piernas, y toca mis partes. Dios se dio cuenta que estoy mojada, de repente siento su dedo dentro de mi vagina, sacándolo y moviéndolo, haciendo que jade de placer. Pero no se puede le decía, estamos en un lugar público, se te ha olvidado, el seguía moviendo su dedo dentro de mí y yo quería que siguiera pero tenía que controlarme, de repente me ha cerca a si él y me besa y haciéndome olvidar de todo y perdiendo la poca cordura que me quedaba, y me deje llevar por el placer que sentía. De repente se detiene y me dice ahí viene el mesero. A sí que volví a guardar mi compostura y el hizo lo mismo.

Manuel.

Pague la cuenta y le di al mesero su propina y le dije a victoria.

- Ahora si hermosa continuemos en lo que estábamos.

- A sí, yo quiero más.

- Yo también, quiero más de ti.

- Aunque esto que acabamos de hacer es una locura, en mi vida había hecho algo así.

- Jejejeje, de eso se trata la vida de ponerle un poco de locura a nuestro diario vivir.

- Tienes toda la razón.

- Tú eres la causante de esas locuras.

- Jejejejeje, eso me gusta.

- Me encanta cuando me hablas así, toda sensual y seductora.

- Tienes una cara de perversidad que no puedes disimularla.

- Tú también, deberías de verte en un espejo.

- Ah, sí. Pues tú eres el culpable.

- Entonces todos somos culpable. Por navegar en un mar prohibido, infestado de pasión.

Al decirle estas palabras, ella solo me beso y me dijo. "-llévame donde tu quiera, haz conmigo lo que desees." A sí que no espere más y le dije que nos fuéramos del lugar.

Victoria.

Este hombre, hace que pierda la razón, jamás pensé decir eso a un hombre y este ha logrado dos cosas que en mi vida pensé hacer, en una sola noche.

Mientras caminábamos. De camino al carro, este me apretó muy fuerte mis nalgas. Creo que si seguimos Haci no legaremos al lugar donde me piensas llevar y terminaremos teniendo sexo en el carro. El solo dio una carcajada y me dijo. "- vamos, que esa noche, será única." Eso, espero dije entre mi sola.

Manuel.

Nos montamos al carro y comencé a sobar sus piernas, pero tenía que controlarme. Iba manejando y por mis ganas de estar con ella podía causar un accidente. A sí que deje de tocarla y me concentre a manejar. Porque si seguía mirándola sé que iba a terminar tocándola y teniendo sexo en el carro.

Conduje rápido hasta unos de los hoteles más cercano que habían en el centro ya no soportaba estas ganas que tengo de ella. Y victoria no me colabora porque me provoca cuando se muerde su labio. O me habla seductoramente.

- Victoria si sigues a si no me voy a controlar.

- Jejejeje, si no estoy haciendo nada.

amor prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora