capitulo 37

2.6K 107 4
                                        


Capítulo 37

Manuel.

Estamos completamente desnudos. Victoria poco a poco se ha quedado dormida y solo me limito a observarla. Tenerla me hace sentir el hombre más afortunado del mundo, es la segunda vez que la hago mi mujer. Están bella hasta cuando está dormida. Noto que mi amigo de abajo se apuesto duro de nuevo de solo verla y tenerla total mente desnuda a mi lado. Hace mucho tiempo no me sentía un hombre, claro hace rato no tenía sexo y eso que duermo con mi mujer.

Comencé a tocarla por su espalda desnuda suavemente como si trazara una línea. Ella solo se movía, Haci que comencé a darle besos, desde su espalda hasta su trasero. Al sentir eso ella se volteo.

Victoria.

Estaba profundamente dormida, de repente siento que alguien me pasaba una línea entre mi espalda y me daba mucha cosquillas. Solo me limite a moverme. Luego sentí esos cálidos besos por mi espalda. Hasta llegar a mi trasero, que mandaban corrientes a mi celebro que luego bajaban a mi vagina haciéndome mojar de nuevo.

A sí que me volteé. Frente a él.

- Que haces.

- Mi amigo quiero volver a jugar.

- A sí que tu amigo, quiero volver a jugar.

Tomando su miembro y acariciándolo. Lo quedo mirando.

- Mi amiga también quiere volver a jugar, con tu amigo.

A sí que Manuel me dio un beso. Intenso. De esos que sientes que te van a dejar sin alma.

Manuel.

Cuando victoria, me dice que, "Mi amiga también quiere volver a jugar, con tu amigo." Me hizo sentir un grado de excitación y deseo por ella como nunca lo había sentido. A sí que la tome y le di un beso demasiado agresivo.

A sí que tú amiga quiere volver a jugar. Le dije cargándola y tocándola. Muy fuerte por abajo. la tome y la cargue en mi cintura penetrándola.

Y llevándola hasta recostarla en una pared que se encontraba a un lado de la cama. Ella solo se limitaba a besarme, jadear y moverse. Eso me hacía sentir más excitación.

Victoria.

Manuel me ha cargado y llevado en su cintura. Con su miembro adentro me ha puesto con la espalda para la pared. Eso me hace jadear de placer y moverme como una loca descontrolada. Siento que al esto lo vuelve más loco.

- Me tienes loco. Por ti mujer.

- Tú también.

Nuevamente me lleva hasta la cama y me toma por los brazos y comienza a besar mis senos, yo solo quiero que siga dentro de mí así que .lo ato a mis piernas haciendo que me penetre de nuevo.

- Te quiero aquí adentro, quiere que me vuelvas loca de placer.

- Como mandes mi reina.

Comenzó a besarme y a moverse con intensidad. Haciéndome sentir cada vez más esas sensaciones que me mandaban corrientosos por todo mi cuerpo haciéndome entrar en un orgasmo delicioso al igual que él.

Manuel.

En la posición que estoy con victoria, no me puedo mover bien, ni acariciarla. Decido llevarla nuevamente la cama, comienzo a besarla y tomo sus brazos, pero esta me amara con sus piernas llevándome hacia adentro de ella. Diciéndome.

- Te quiero aquí adentro, quiere que me vuelvas loca de placer.

- Como mandes mi reina.

Estas palabras me excitaron más de lo que estaba y comencé a moverme salvajemente y con mucha intensidad. Haciendo que ella gritara y me pidiera más y más de mí. Hasta llegar ambos en un orgasmo delicioso sentí tocar el cielo.

Ambos llegamos al orgasmo al mismo tiempo. Y entramos en una risa incontrolable.

- Te maltrate preciosa.

- No, me encanto.

- Enserio, pésense (acariciando su cara.)

- Me encanta como me haces sentir,

- A mí también. Me gustas tanto.

Victoria.

Me a recuesto a su pecho. Y comienzo acariciarlo haciendo círculos en su pecho.

- Si sigues haciendo eso vas a despertar a mi amigo de nuevo.

- Jejejeje sí. No me digas.

- Tienes una mirada de perversidad.

- Tú me pones perversa.

Me dio un beso en los labios. Haciéndome sentir deseo de estar con él otra es. Que me pasa me estoy volviendo una maldita enferma tengo ganas de volverá coger con él. No te que su amigo no está despierto de un todo a si q comienzo a sobarlo y cuando noto que está bien despierto. Me monto encima de él. Y me dejo acariciar mis senos y comienzo a moverme y el me pide que siga moviéndome. Luego el me pide que me ponga en cuatro decentemente.

Manuel.

- Te quiero poner en 4, puedes.

Ella asedio a complacerme, la puse en el borde de la cama y comencé a penetrarla, primero lento pero comencé a subir la intensidad de mi envestida al paso de sus gemidos y gritos. Esto me hacía acelerar más mi ritmo. Hasta lograr llegar nuevamente al orgasmo deseado por los dos.

- Te gusto, de esta manera.

- Me gusta todo lo que me haces.

- Eso es la idea que te pueda complacer en todo.

- Creo que debemos bañarnos y descansar es suficiente por hoy.

- Como quiera la reina.

Decidimos bañarnos por separados ya que, sería una tentación bañarnos juntos, al salir del baño. Ya ella se encontraba con mi camisa y su panty.

- Creo que te queda mejor que a mí.

- A sí. Tú te ves mejor como estas (pasando el dedo por su boca).

- Te gusta provocarme y jugar con candela.

- Jejejeje un poco. Digamos que ya juego con la candela.

- Ahí sí, y no te da mido quemarte.

- No y a ti no te da miedo, porque tú también juegas con candela.

Diciendo esta última frase se levantó de la cama. Con un movimiento sexy en su caderas y sacudiendo su pelo, esta mujer me está volviendo loco.

Victoria.

Esta conversación me puso nerviosa, pero no debo mostrarme débil ante él. A sí que decido ponerme de pie con una poca coqueta, l mire de reojo y note que tenía una sonrisa en su cara. Toda picara.

Llego al tocador del baño y me peino. Me lavo mis dientes y regreso a la cama. Decido apagar mi celular no quiero que nada me moleste.

- Bueno hasta mañana.

- Hasta mañana. Pero.......

- Pero, que mi vida.

- Te ves linda con mi pijama, pero te quiero ver sin nada al lado mío.

- Moriremos de frio.

- En esta época del año acá hace mucho calor.

- Perverso.

- No. Lo soy prometo que dormiremos.

A sí que acepte y me quite todo igual que él.

Manuel.

Acepto a mis caprichos, espero que mi amigo no se le dé por despertar en la mitad del sueño, me acuesto a su lado y la brazo sentir su piel tan tibia y suave me hace sentir muy afortunado. Nos quedamos dormidos en medio de muchas risas y besos el resto de la noche no volvimos a tener intimidad aunque mi amigo se despertó algunas beses.

amor prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora