Capítulo 36.
Manuel.
Cuando quite sus vestido pude ver que tenía un conjunto de ropa interior rojo en encaje y eso me volvió más loco y con ganas de quitárselo con mi boca. Verla otra vez de esa forma me ponía loco. Me sentía como una fierra cuando quiere acechar su presa, y tomarla.
Su figura tan desnuda y delicada hacia que la deseara más. A sí que me detuve un momento a admirarla, guardar esa imagen en mi mente para recordarla cada vez que quisiera.
Victoria.
Manuel se detuvo un momento y me quedo mirando, como si admirara mi desnude. Eso me pone un poco nerviosa.
A si que me acerque y lo bese, para seguir quitando su ropa, y dejándolo solo en sus pantalones. A si que el mismo se despojó de ellos quedando solo en bóxer. Que eran de color blanco y mostrando su abdomen y pecho bien marcado. Se parecía a esos personajes literarios dela época griega. Este nuevamente se acercó a mí y siguió besándome. Pero esta vez bajo hasta mis senos los apretaba fuerte y los lamia como si estuviera, comiendo una paleta. Después quito mi sostén y quede solo en panti. Poco a poco lo fui llevando hasta el borde de la cama.
Porque recordé las palabras que me había dicho mi amigo Cristian. "reina, para que tengas a un hombre comiendo de tu mano vuélvete una puta en la cama." Tome la iniciativa y sé que no hay cosa que le encante más a un hombre que uno le haga un buen oral.
Una vez hablando con mi hermana recordé como me explico ella que se hacía así que intente hacerlo como me lo explico.
Manuel.
Victoria me ha llevado hasta el borde de la cama con sus besos, y me dejo llevar por lo que esta me hace.
Poco a poco, baja sus besos por mis pezones y mi abdomen. Y luego vuelve y sube hasta mi boca. Bajando nuevamente lamiendo como si estuviera disfrutando de un rico helado. Ya sé que es lo que está tramando.
Poco a poco llega hasta mi cadera y comienza a besar mis muslos. Y sobarlos. Quita mi bóxer y quedo completamente desnuda. Ella sigue lamiendo mi muslo y se dirige a mis testículos, haciéndome ver estrellas con cada beso que me da.
Poco a poco mete mi miembro en su boca, no me esperaba que ella mi hiciera esto, comienza a succionar mi pene como si chupara un bombón. Se siente delicioso. Luego comienza a lamerlo como una paleta y mete su lengua en el orificio que hay en mi pene. Siento una sensación deliciosa.
Entre susurro le digo que siga. Siento que me recorren muchas corrientes por todo mi cuerpo y comienzo a moverme dentro de su boca y ella sigue haciendo succiones y chupando mi miembro más rápido al ritmo de mis movimientos. De repente siento que me estoy llegando así que me retiro rápidamente de su boca. No quiero que pruebe todavía esto solo que ella me lo pida.
Victoria.
Manuel disfruta lo que le estoy haciendo. Lo siento en sus gemidos y sus movimientos. De repente siento cuando se retira rápidamente y saca su pene de mi boca. Después comienza a eyacular. Por eso fue que se quitó.
- Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo.
- Si porque.
- Por lo que acabas de hacer, te confieso que no me esperabas esto de ti.
- Ni yo pensé hacerlo, no me lo creo.
De repente Manuel. Me toma y me tira en la cama comienza a besarme.
- Ahora yo seré el que te feliz a ti. Con mi boca.
- A sí. Como.
- A sí.
Comenzó a besarme por mis senos, y baja sus besos hasta mi ombligo y comenzó a sobar mis muslos. Y a dar besos sobre mi panty. De repente comenzó a quitarla con su boca esto me éxito más. Cuando ya quito mi panty. Comenzó a lamerla y sobarla. Sentía como me estremecía. Ya quería sentirlo dentro de mí. A sí que lo tome por las orejas y lo jale para que entendiera que quería que me penetrara.
Entendió perfectamente y lo hizo. Comenzó a penetrarme suave mente. Haciendo movimiento suaves y en cada uno de ellos me lleva al cielo. A medida que yo iba gimiendo el comenzó a aumentar sus movimientos haciéndome gritar y gemir de placer. Tengo que reconocer que nunca imagine que podría gritar mientras tenia sexo.
Me ha hecho experimentar el órgano más rico del mundo y esto me ha hecho la mujer más feliz del mundo.
- Ahora tú me hiciste sentir la mujer más feliz del mundo.
- Ya me di cuenta. Que te hice gritar. Bebiste ver tu cara
- Sí que tenía mi cara.
- Una cara de una pervertida sexual. Jejejeje
- Y la tuya también.
- Gracias por hacerme feliz
- Tú también gracia.
Nos quedamos recostado en la cama hablando de cuanta tontería se nos ocurría.
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amor prohibido.
Novela JuvenilVictoria es una chica de 19 años. Que estudia leyes. Tranquilamente, hasta que llega su nuevo profesor. Y la hace comenzar una relación prohibida llena de lujuria, pasión y locura.