Capítulo 18

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Nos encontrábamos caminando por ese inmenso parque que tenía el camping. A decir verdad era súper relajante caminar por él.
La brisa del viento chocaba contra mi rostro y el sol poco a poco se iba apagando.

- ¿En qué piensas? - me preguntó Mike-

- Pues en lo bien que la estoy pasando acá con vos.

- Eres una mentirosa - dijo sonriendo - ¿Lo sabías no?

- Bueno puede que un poco lo sea.

- me rodeó con su brazo sobre mi hombro - Sabes que puedes contarme lo que sea.

- Solo pienso en cómo puedo hacer para que este día no se termine jamás.

- sonrió - Es un poco complicado, pero si quieres pues podemos intentarlo.

- Ojalá se pudiera. - dije con un tono de tristeza –

- Verás que pronto pasará y no se terminará nunca. Igual podemos volver las veces que tú quieras.

- ¿Si? 

- Obvio que sí. Todos los fines de semana, si quieres.

- Me encantaría. - dije sonriendo, tomé su rostro con mis manos y lo besé -

Ya habíamos terminado de guardar todas las cosas, era el momento de volver a casa, a ese lugar tan horrible y frío en el que vivía.

La felicidad no dura para siempre y menos en mí. Las cosas buenas en mi vida pasaban de largo, las sonrisas, las alegrías, todo, por eso no me gustaba disfrutar o aferrarme tanto a algo porque luego se iban para nunca volver.

- Hey, bonita - me dijo Mike - volveremos pronto y además mañana nos veremos en el colegio.

- Si, tenes razón, pero es que no puedo evitarlo.

- No creas que te vas a librar de mi tan fácil.

- Obvio que no. - sonreí - ¿Sabes que te quiero mucho, no?

- Si, lo sé.

- Nunca te olvides, pase lo que pase, siempre te voy a querer. Siempre. - dije y coloqué mi mano sobre su mejilla –

- ¿Te ocurre algo?

- No - dije sin importancia - solo quería que lo supieras.

- Te quiero muchísimo bonita. - besó mi frente -

Ya nos encontrábamos volviendo para nuestras casas, cada vez estábamos más cerca y mi corazón comenzaba a latir más fuerte y acelerado. Vicky me aseguró de que mi papá no volvía hasta la medianoche de hoy pero nunca se sabía lo que pasaría con él. Realmente tenía mucho miedo solo esperaba que al menos la felicidad me dure hasta que termine el día.

El cielo cada vez se tornaba más negro, hasta que se escuchó un trueno y de repente comenzó a llover. La lluvia caía tan fuerte que por un momento pensé que atravesarían el techo de la camioneta. Estaba abrazada a Mike, con mi cabeza apoyada en su pecho, mientras que él acariciaba mi cabello.

- Te alcanzaremos hasta tu casa ¿Si Valu? - dijo la mamá de Mike –

- No es necesario - dije - Puedo tomar un taxi desde su casa.

- Claro que no - respondió Mike - te llevaremos, no nos cuesta nada.

- Okei.

Agarré mi celular y le envié un mensaje a Victoria "Los padres de Mike decidieron llevarme hasta casa, ¿no llegaron todavía no? ¿Vos vas a estar ahí?", pasaron unos cinco minutos y me respondió "Si, yo estoy en casa. Y no, todavía no llegaron, tranquila. ¿Cuánto les falta?"; "40 minutos más o menos"; "Okei, te espero con la merienda."

Llegué a mi casa, me despedí de Mike y su familia y bajé de la camioneta. Corrí hasta entrar, realmente llovía muchísimo.

- ¡Hola reina! - dijo Vicky y me abrazó - ¿Cómo estás?

- sonreí - Bien, ponele.

- ¿Cómo ponele?

- Si, no sé. Bien.

- Vayamos a dejar tus cosas arriba para que Roberto no las vea cuando venga y después bajamos a merendar.

- Bueno.

Ya estábamos sentadas en la cocina merendando. Chocolatada, con medialunas.

- ¿Y? ¿Cómo te fue?

- Bien. - respondí sin ganas –

- ¿Qué te pasa? - me preguntó con un tono preocupado –

- Nada, es solo que no quiero pensar mucho en lo que pasó, me hace mal saber que no voy a poder vivirlo nunca más.

- ¿Y quién te dijo eso?

- Nadie. Es la realidad. – dije triste –

- Bueno, esa realidad que vos pensas es mentira. Vas a poder vivirlo un montón de veces más. Estoy segura. ¿Ahora me vas a contar cómo te fue o no?

- suspiré - Esta bien. Fue hermoso, la pasé muy bien, por un momento dejé de pensar en todo lo que pasaba acá, como si fuera otra vida, no sé.

- ¿Y con Mike? – preguntó curiosa -

- ¿Qué pasa con él? - pregunté haciéndome la desentendida –

- No te hagas la tonta. – me revoleó una remera -

- Es mi novio - le dije y ella gritó - pero no te ilusiones tanto que va a durar poco.

- ¡Ay por favor! No seas tan negativa hermana. - dijo - Estoy muy feliz por vos, merecías a alguien que te cuide y te quiera bien.

- Gracias, pero en serio caigo en la realidad y es todo negro. - dije triste - Tengo miedo de que se entere y me saque todo, de que no me deje patinar más, ni tampoco ver a mis amigas.

- Eso no va a pasar.

- No estés tan segura, con él puede pasar todo. - dije preocupada - Falta poco para la competencia y de verdad que necesito estar ahí, necesito esa beca Vicky, si no la obtengo, no me voy a ir mas de esta casa.

- Tranquila Valu - me dijo acariciando mi espalda - va a salir todo bien, estoy segura. Y yo voy a estar ahí viendo cómo te dan esa beca por la que tanto luchaste.

- sonreí - Es lo único que quiero.

- Y lo vas a conseguir. Tenete fe.

Estuvimos hablando un par de horas, como casi nunca lo hacíamos, porque nunca teníamos la casa para nosotras solas.
El reloj marcaba las diez de la noche, por lo que decidí irme a dormir, sinceramente no quería ver la cara de Roberto para terminar este fin de semana que fue hermoso.

Subí las escaleras y me encerré en mi cuarto, literalmente, con llave. Me duché y me acosté. No tenía sueño, así que me puse los auriculares y dejé que el aleatorio eligiera la canción, comenzó a sonar Abel Pintos con Motivos; abrí whatsapp y le escribí un mensaje a Mía, "¿Estás ahí?" pasaron unos minutos y me llegó su respuesta.

- "POR DIOSSSS, esperé todo el finde este mensaje, ya era hora"; "Bueno te me calmas, ¿okei? Porque no te cuento nada"; "Okei ¿Y qué onda Mike?"; "Oficialmente somos novios."; "omg, no lo creo, no me ves pero estoy llorando que hermoso amiga. Yo sabía que esto iba a pasar"; "Shhh, no festejes demasiado no va a durar mucho"; "CALLATE, ¿Queres que te pegue? Van a casarse y tener cinco hijos": "jajajaja, si vos lo decís"; "¿Garcharon?"; "MIAAAAAAAA" – sí, se lo escribí así en mayúsculas - "¿QUÉ? Es una súper pregunta"; "No, no garchamos"; "Faaa, pensé que venía la parte de acción"; "Imbécil, mañana te cuento mejor"; "Okei, voy a esperar con ansias. Bye baby"; "Bye."

Dejé mi celular sobre la mesita de luz, aun riéndome de las cosas que Mía decía, es mi mejor amiga y la conozco desde jardín, sino ya estaría asustada.
Cerré los ojos y comencé a recordar todo lo que había pasado ese fin de semana, que había sido hermoso. Me quedé dormida a los pocos minutos.

TWO PIECES | MICHAENTINA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora