Lunes por la mañana, y faltaban exactamente diez días para la competencia, para mi gran oportunidad de obtener esa beca para mis estudios, estaba muy nerviosa y tenía miedo de fallar en toda la coreo aunque venía practicando muchísimo todos los días y cada día me exigía un poco más a mi misma porque sabía que podía lograrlo.
Mientras me duchaba pensaba en todo esto y una pequeña parte de mi mente se encontraba recordando los momentos que había pasado el fin de semana con Mike, y no podía estar más feliz, realmente creo que nunca en mi vida la pase tan bien como en estos días. Recordaba y sonreía. Sonreía con sinceridad porque habían sido momentos hermosos, me sentí como si fuera parte de la familia y fue hermoso.
Salí de ducharme y mis recuerdos se esfumaron en el momento en que escuché gritar a mi papá "¡¿PERO PUEDE SER QUE EN ESTA CASA NADIE HAGA NADA?! LA PUTA MADRE" y ahí volví a darme cuenta de que nunca estaría en una familia normal porque mi familia no lo era, no tenía una y no iba a tenerlo jamás.
Me cambié, agarré mi mochila, respiré hondo y bajé a desayunar. Podía salir ilesa o podía salir con algún moretón.- ¡Bueno miren quién se dignó a salir de la cueva! - gritaba - ¿Te pensas que tenes sirvientes vos? - me preguntaba, con mal humor - ¡Te estoy hablando imbécil! A ver si me respondes - me dijo, mientras me pegaba en la espalda –
- Ya te escuché. - le dije en un tono elevado de voz –
- me dio una cachetada - ¡Cuidado como me hablas pendeja! Y a ver si te pones a limpiar esta casa que es un asco. - dijo mientras se iba –
- Yo no voy a limpiar nada.
- se paró y se giró a mirarme - ¿Qué vos qué?
- No voy a limpiar nada, no soy tu mucama. No pienso hacerlo.
- se acercó a mí y me tomó del brazo, apretándolo con fuerza, me llevó cerca del lavadero y me empujó haciendo que caiga al suelo - ¡Vos vas a limpiar lo que yo te diga, porque soy tu padre!
- No. - dije, mirándolo desde el suelo, con lágrimas en los ojos –
Estaba furioso y sabía que responderle y desobedecerlo lo hacía enfurecer aún más, pero estaba harta de que me tratara como si fuera un perro, me cansé de siempre ser la que dice si a todo sin quejarse, iba a tener consecuencias pero no me importó.
Comenzó a golpearme mientras seguía tirada en el piso. Cada una de sus patadas mientras pasaban los minutos dolían menos, o no, no lo sé pero ya no las sentía. Mi visión era nublada por la cantidad de lágrimas que tenía en mis ojos y sentía que en cualquier momento iba a desmayarme. "A mí me vas a respetar pendeja" gritaba. "En esta casa mando yo, y si yo te digo que limpies, vas a limpiar ¿me escuchaste?" y sentí que su puño chocó contra mi rostro. "No servís para nada, no sabes limpiar, no cocinas, no coges, JA, ni para puta servís". Fue la última frase que escuché de salir de su boca porque luego se me vino una pantalla negra.Abrí los ojos, desorientada, no sabía dónde estaba y tuve que tomarme cinco minutos para procesar lo que había pasado. Es una locura lo que voy a decir, pero estaba acostumbrada a este tipo de situaciones.
Me levanté del suelo, dolorida en todo el cuerpo, me costaba caminar y hasta respirar tengo que decir. No sabía cuánto tiempo había estado tirada en el suelo pero unas horas seguro. La casa estaba vacía, mi mochila estaba en el mismo lugar que hoy cuando la dejé a las seis y media de la mañana. La agarré, busqué mi celular y comprobé que efectivamente habían pasado varias horas porque eran las diez.
Me encontraba demasiado mareada. Como pude subí las escaleras a mi cuarto, necesitaba ver las heridas que tenía para poder curarlas.Entré al cuarto, me encerré, como siempre y me quité la ropa para mirarme al espejo, la mayoría de mi cuerpo era de un color violeta, parte de mis piernas y las costillas era donde más me había golpeado. El moretón en mi cara no se notaba tanto todavía pero sabía que mañana estaría de un tono que no es de mi piel, claramente.
Me miraba en el espejo. Y no, no lloraba. ¿Para qué llorar? ¿Para darle el gusto a él? No. Nunca. Ya lo aprendí. Agarré algodón, alcohol y una toalla, comencé a limpiarme las heridas porque algunas tenían sangre que ya había coagulado. Las limpié, tomé gasa y la coloqué sobre ellas para cubrirlas hasta que se curaran. Lo único que me preocupaba era que los moretones se me fueran antes del día de la competencia porque mi traje para patinar era corto. Rezaba para no tener ninguna marca ese día. Y mucho menos en el rostro.
Terminé de limpiarme. Me coloqué el pijama y me acosté en la cama, no tenía muchas fuerzas para hacer algo, solo necesitaba descansar y tratar de olvidarme de lo que había pasado o al menos hacerlo pasar como una anécdota más igual que todas las anteriores.Me desperté, estaba oscuro por lo que supuse que era de noche. Tomé mi celular y chequee la hora, ocho y media. Y ahí fue cuando me di cuenta que tenía un millón de mensajes y llamadas principalmente de Mía. Y en segundo lugar estaba Mike.
"Hola queen", "Y si me respondes", "¿Dónde estás?", "VALENTINA ME ESTAS ASUSTANDO", "No queres que vaya a tu casa a buscarte porque morís", "ME PODES RESPONDER ME ESTOY PREOCUPANDO", "Valentina la puta madre", "ya te estoy por matar, voy a llamar a la policía", "Dios, te mato, te mato".
Decidí escribirle a Mía, aunque seguramente a esta altura ya le dio un paro cardíaco. "No me morí, ya quisieras vos, no te vas a librar de mi tan fácil idiota", su respuesta llegó al instante "Dios Valentina hija de puta me la pasé llorando, pensé que te había pasado algo horrible, no lo hagas más ¿Me escuchaste? Ya estaba a punto de llamar a la policía"
- "Tranquila niña, no morí. Sigo aquí"; "¿Qué te hizo?"; "Nada"; "DEJA DE MENTIRME porque ya bastante tuve que sufrir todo el día de hoy. Soy tu mejor amiga, a mí me vas a contar"; "Me pegó, como siempre. Nada nuevo"; "¿Mucho?"; "Mucho"; "Lo voy a matar, voy a ir a matarlo y no me importa nada de lo que me digas. NADA"; "Respira hondo, por favor Pipi, no vale la pena, en serio" - Pipi era el apodo que le había puesto a Mía hace muchos años - "Estoy harta Val, harta de que te pasen estas cosas, no lo entiendo. No quiero que estes más en esa casa, no."; "Calmate amiga, por favor, estoy segura que pronto se va a terminar esto. Puedo aguantar un poco más."; "YO NO."; "Si yo puedo, vos también podes. Te amo p, no me dejes sola ahora, dale"; "Diosssss te voy a matar. Te amo más, mañana te venís a mi casa y te quedas unos días. NO HAY DISCUSIÓN"; "Como diga señora. Usted es la adulta en esta relación"; "Te quieeero, me avisas cualquier cosa y yo voy a buscarte. ¿Okei?"; "Prometo. Anda a descansar, estoy bien"; "Confío en ti"
Y había llegado el momento de llamarlo a Mike, no sabía que iba a decirle, ni explicarle porque había faltado a clases hoy o porque no atendí sus llamadas. Por estas razones es que sabía que un novio no iba a funcionar, no podía desaparecer como si nada y llamar y decir que no había sucedido nada solo "me quedé dormida todo el día" ilógico, pero tendría que hacerlo.
Busqué su número, marqué y atendió rapidísimo.
- Hola bonita, estaba preocupado por ti.
Y en ese momento estallé en un llanto silencioso del cual solo era testigo la oscuridad de mi cuarto, su voz era lo que necesitaba para calmarme y esto terminaría mal, lo sabía.
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TWO PIECES | MICHAENTINA
Hayran Kurgu"Y cuando lo único que veías era oscuridad llega esa persona para que te des cuenta de que todavía no todo está perdido." .MICHAENTINA.