TWO PIECES | MICHAENTINA

Capítulo 35

Abrí mis ojos y me tomó unos cuántos minutos darme cuenta de donde me encontraba; Mike estaba a mi lado, medio acostado en el sillón y yo estaba a su lado apoyada sobre su pecho, aún tenía la ropa que traía puesta ayer, igual que él, igual que todos porque los demás seguían durmiendo en los respectivos lugares que se había tirado ayer; Mía estaba acostada en la otra punta del sillón, tapada hasta la cabeza, la misma posición que tenían los demás. Aunque acá la pregunta era "¿Cómo terminé acostada a lado de Mike?", algo que seguramente ninguno iba a poder responderme. Intenté moverme lo más despacio posible pero no funcionó, Mike ya estaba abriendo sus ojos.

- le sonreí para aligerar el ambiente – Hola. – le susurré porque no quería despertar a los demás – No sé qué pasó ayer pero perdón que me quedé dormida acá.

- sonrió- No hay problema Val. – respondió – Pero tú y yo tenemos que hablar.

- ¿Sobre qué? – le pregunté confundida, aún en susurros – Sí dije algo qué te jodió, perdón. Estaba muy borracha.

- Sí, me di cuenta. – dijo él – Como todos.

- En serio, ¿Dije algo qué te molestó?

- ¿Por qué mejor no hablamos afuera? – me preguntó – Porque aquí todos duermen.

- Okei, pero primero necesito ir al baño.

Me levanté los más despacio posible, haciendo poco ruido. Busqué mi mochila que estaba en alguna parte del living y subí las escaleras de la casa de Mía hasta su cuarto para poder usar ese baño y de paso pedirle prestado un buzo.

Me miré al espejo y no entendí cómo Mike no se asustó de mi cara de recién levantada, tenía todo el maquillaje corrido, así que me lavé la cara y luego me saqué lo que quedaba del maquillaje, el resto seguro había quedado en la camisa de Mike; me lavé los dientes y luego me peiné e hice una colita en el pelo; tenía la misma ropa que ayer, excepto por los borcegos que no los tenía puestos, estaba en patas y medias, busqué un buzo en los cajones de la cómoda de Mía y le saqué uno de esos con capucha. Salí del cuarto y bajé las escaleras.

Dejé mi mochila nuevamente en el living, y sin hace mucho ruido salí afuera, donde hacía demasiado frío, me puse la capucha que tenía el buzo y estiré las mangas hasta cubrirme las manos, Mike estaba sentado en uno de esos sillones que eran para el patio de la casa; se había peinado, lavado la cara y tenía puesto un buzo, me cerqué a él y me senté a su lado, estaba nerviosa porque no sabía qué era lo que quería hablar conmigo, y además porque cuando estoy borracha realmente digo cosas que luego no recuerdo. Esta charla podría salir muy mal.

- Bueno, acá volví. – le dije, agarrándome los puños del buzo - ¿Qué pasó? Yo, de verdad te pido perdón si dije o hice algo que te molestó.

- No has hecho nada. – me dijo él –

- ¿Y entonces? – le pregunté confundida –

- Me has hablado de tu padre.

Abrí los ojos como plato, de repente se me aceleró el corazón, mi nerviosismo aumentó; "Valentina eso te pasa por ponerte en pedo", sin dudas esto iba a salir mal.

-¿Eh? ¿Y qué te dije? – le pregunté, haciéndome la desentendida –

- Estuvimos hablando, probablemente no lo recuerdes, y me has dicho que tu padre te maltrata.

- Mmm, no.. – dije nerviosa – Eso es imposible, mi papá no me pega Mike. Seguro te confundiste y te dije alguna otra cosa.

- No, no me he confundido. – me dijo serio -