TWO PIECES | MICHAENTINA

Capítulo 21

Diez años atrás.
Valentina tenía ocho años.

Ella se encontraba en el living de su casa jugando con sus muñecas, tranquila, sin hacer mucho ruido. Era de noche, su madre estaba en la cocina, preparando la cena, su hermana estaba en el comedor estudiando para un examen.

En ese momento llega su padre, borracho, se notaba que había bebido unas cervezas de más.

- Pero mira a quien tenemos acá. - dijo –

- Hola papi. - respondió Valentina - Mira, ¿Te gusta mi muñeca? - le preguntó ella, en tono inocente –

- Dame eso. - él se la sacó de la mano - Es horrible, mira se rompe de nada - y le arrancó la cabeza - vos no tenes que jugar con estas cosas, son porquerías, tenes que aprender a cocinar, lavar los platos, limpiar. No esto.

A Valentina se le llenaron los ojitos de lágrimas porque su papá había roto su muñeca. Comenzó a llorar. Su madre no aparecía por ningún lado, la única que estaba atenta, de lejos, era su hermana Victoria.

- ¡Deja de llorar nena! - le gritó - Es una muñeca nada más.

- Era mía. - dijo ella - La rompiste.

- Bueno, no sirve más. Guarda todos los juguetes.

- ¡No! - le dijo ella, haciendo puchero, enojada –

- ¿Cómo qué no? ¡GUARDA TODO YA! - le gritó –

- Valentina se asustó - ¡No quiero!

- ¿Ah, no queres?

Roberto tomó del brazo a Valentina haciéndola llorar aún más fuerte, se la subió al hombro y la llevó a su cuarto.
Victoria que había visto toda la situación, se levantó y corrió hacía ellos, pero ya era tarde, su padre había cerrado la puerta del cuarto con llave.

- Vas a aprender a respetarme - le dijo él a la niña –

La colocó sobre sus piernas, boca abajo, le bajó el pantalón y comenzó a darle chirlos en la cola. Fuertes. Demasiado. Uno detrás de otro. Sin parar. Valentina lloraba cada vez más. Sufría muchísimo.

- ¡Ah! ¡Basta, no quiero, no quiero más! - decía –

- Así vas a aprender a obedecerme.

- ¡PAPÁ ABRÍ LA PUERTA! - gritaba Victoria - ¡PAPÁ LA ESTAS LASTIMANDO!

Desesperada, ya no sabía qué hacer para ayudar a su hermanita, quien seguía llorando y gritando tan fuerte que podían escucharse sus gritos a varios metros.
Habían pasado diez minutos. La puerta del cuarto se abrió y su padre salió.

- ¡ESTAS LOCO, ES UNA NENA! - le gritaba –

- ¡DEJAME DE JODER, PARA QUE APRENDA A RESPETARME! - gritó - ES UNA CAPRICHOSA.

Se fue de allí y Vicky se acercó a Valentina quien seguía llorando demasiado. Cerró la puerta del cuarto y la sentó sobre sus piernas.

- Hey princesa. - le dijo y Valu la abrazó tan fuerte que hasta sentía que su respiración se acortaba - Ya pasó, ya se fue.

- Tengo miedo Ico - Ico era como ella le decía a su hermana, ya que de muy pequeña no le salía decir victoria y le quedó así - papá es malo.

- No pasa nada mi amor. - Victoria trataba de contener su llanto para no asustar más a su hermana –

- No te vayas.