TWO PIECES | MICHAENTINA

Capítulo 9

Ya era de noche  y seguíamos sin terminar el trabajo. No podíamos creer lo largo que era. Mis disculpas a su mamá pero ya me había sacado los zapatos del colegio y me senté como indio en el sillón, no se me veía nada, la pollera cubría todo. La mamá nos había traído galletitas y nos había hecho chocolatada, lo que hacen todas las mamás, menos la mía. Ahora se encontraba en la cocina, haciendo la cena y nosotros nos habíamos quedado trabados en una pregunta y fue súper complicado avanzar, hacía bastante tiempo que estábamos en la misma.

- Ya fue, le pregunto a Mía si ella la hizo y que me diga cómo - le dije a Mike, ya estaba harta de buscar una pregunta sin respuesta –

- No, no vamos a hacerla nosotros. La vamos a encontrar - él seguía buscando en el libro la respuesta, yo me había rendido. Tomé mi celular y miré la hora, eran las ocho y media de la noche-

- Estoy cansadísima, no puedo seguir - le dije –

- Anda, sigamos no seas remolona.

- En serio, descansemos cinco minutos.

- Dale, que ya vamos a descansar cuando cenemos. - me dijo –

- Uf, está bien. - le respondería mi whatsapp a Mía más tarde - ¿La encontraste?

- No, espera - dijo concentrado en el libro - ya casi.

- Mmm, no te creo.

- Sí, sí.  - siguió diciendo, balbuceaba algo en voz baja que no entendí - la noche, guardias estaban ¡La tengo! - dijo emocionado –

- ¿Si? - le dije con algo de esperanza –

- Si, mira - se acercó a mí y quedamos súper cerca uno del otro - acá esta, lo que pasa es que no está explícito en el texto.

- Okei, vamos a escribirla - levanté la mirada y me encontré con sus ojos a metros de los míos –

- ¿Te dijeron que tienes unos ojos muy bonitos? - me preguntó, podía sentir su respiración tan cerca –

- Sí, bueno, no - bajé la mirada, no pude mantenerla - mejor sigamos con esto.

- No podrás esquivarme toda la vida - me dijo y volvió a su sitio, yo revolee los ojos –

Seguimos unos minutos más con esto hasta que su madre nos llamó para ir a cenar, me puse los zapatos y nos dirigimos al comedor, ella había puesto la mesa, la comida ya estaba servida, me sentía feliz, sentía que de verdad por una vez estaba en una familia. Nos sentamos, su padre en la punta de la mesa, su mamá a la derecha y nosotros a la izquierda, Mike al lado de su padre y yo su lado.

Había hecho milanesas con puré, me sentía súper emocionada, ya había perdido la cuenta de hace cuanto tiempo que no comía esta comida. El olor me transportó a la casa de mi abuela cuando era chiquita, la única persona que de verdad me quería en este mundo y ya no estaba.

Charlamos en la cena, me preguntaron sobre mis padres, les conté lo justo y necesario, no más, aunque tampoco sabría que decir porque no se mucho de ellos, ni tampoco paso tiempo con ellos. Me contaron que vinieron a Argentina hace tres años por trabajo, pero Mike iba a otra escuela y decidieron cambiarla a esta para que tenga un mejor título cuando se reciba. Me prometieron que algún día cuando ellos vuelvan a México de vacaciones me iban a llevar, les sonreí y les dije que estaría encantada pero en el fondo sabía que eso sería imposible. La cena terminó, quise ayudar a levantar la mesa pero me lo prohibieron era su invitada de honor, así que solo espere sentada a que terminen de juntar todo.

- ¿Vamos? - me dijo Mike –

- Sí. - le dije - Permiso. Muy rica la comida - le dije a Verónica –

- Muchas gracias. - me respondió –

- Hasta mañana. - dijo Mike –

- Buenas noches, que descansen.

- Buenas noches.

Nos despedimos de ellos y fuimos al living a juntar todos los libros y carpetas que habíamos dejado allí, luego subimos a su cuarto. Definitivamente no estaba preparada para dormir en el mismo cuarto que Mike.

Ya en su cuarto, me dijo que deje mis cosas por ahí, mientras preparaba la cama para acostarnos, le dije que iba a ayudarlo, se negó pero aun así lo ayudé.

- Tú dormirás en mi cama. - me dijo - y yo dormiré aquí, en el piso.

- ¿Qué? No, no. Vos vas a dormir en tu cama - le dije - yo soy la que vino de visita.

- Eso no se discute señorita. - me dijo –

- No vale. - le dije, haciéndole puchero-

- Sí vale. Y esa cara no va a convencerme de cambiar de idea. – reí - Te prestaré ropa mía para que duermas. - me dijo –

-No, está bien duermo con el uniforme.

- ¿Cómo dormirás con el uniforme del colegio? Tú estás loca. - me dijo, mientras buscaba una remera suya en su armario –

- Okei, como digas.

- Toma, ponte esta - me tiró una remera - no tengo un short tan pequeño para ti, así que no puedo prestarte pero le preguntaré a mi madre si tiene alguno.

- No hace falta Mike, en serio - le dije mirándolo a los ojos - con esto está bien.

- Quiero que te sientas cómoda - me dijo - ya vuelvo. - salió a buscar a su madre, aproveché y le respondí a Mía los mensajes -

- "Estoy en lo de Mike Mía, mira la cantidad de mensajes que me mandaste."; "¿Cómo qué en la casa de Mike? ¿Me perdí algo?"; "Si, tampoco exageres, viste que vine a hacer el tp, bueno se hizo tarde y su mamá dijo que podía quedarme"; "Nananana, no puedo creerlo. ¿Y ahora?"; "Y ahora nada, vamos a dormir en camas separada - le envié una foto de las camas - y me prestó ropa para dormir, por si te lo preguntabas"; "Ay muero, es un amor, ya se pueden casar, por favor"; "Callate Mía, por favor, solo es mi amigo"; "Si, claro. ¿Y tu hermana te dejo quedarte?"; "Mi hermana esta igual de enamorada que vos de él y eso que ella ni lo conoce"; "Me muaaaaro, por eso siempre preferí a la zenere mayor"; "Dale hija de puta, ¿qué te pasa? Te odio"; "Te dejo baby, mañana me contas, todo."; Sí, sí mi amorrrr. Bye"

- ¡Lo conseguí! - dijo Mike entrando al cuarto con un short en su mano - Ajá, te dije que iba a conseguirlo, toma ponte esto, es de mi prima, no sé, seguro te entra.

- Gracias. - le dije agarrando el short –

- Esa es la puerta del baño, así que puedes cambiarte ahí.

- Bueno, permiso. - le dije y me dirigí al baño a cambiarme –

Salí y él había puesto la televisión, una película, ni idea cual era. Se había semi acostado en la cama que había preparado en el piso, que en realidad ahí debería dormir yo pero se había empeñado en dejarme la cama más cómoda. La luz estaba apagada, solo iluminaba el cuarto la pantalla de la televisión. La persiana del ventanal del balcón se encontraba baja y por las cortinas no entrada demasiada luz.

- Creo que me quedó bien - le dije, mientras le mostraba el short - aunque la remera un poco grande - reímos –

- Me di cuenta. - se rió - Bueno, ya puedes acostarte en tu cama.

- Sos un molesto ¿Lo sabías no? - le dije, me acosté en su cama y me tapé con la colcha –