Capítulo 31

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Cuatro días después de lo que había sido la competencia, me encontraba en mi cuarto, un martes a la tarde, hacía un raro había llegado del colegio y estaba preparando mi bolso para irme a la academia a entrenar, sí, seguíamos entrenando porque luego de que sea la competencia los profesores debían hacer un seguimiento de los alumnos durante una semana y luego enviarlo a los directivos de la academia internacional para que supieran como evolucionaron y fueron avanzando después de competir; y a la semana que le sigue te llegaba una carta a tu casa con la respuesta de sí habías entrado o no a la academia, así que todavía quedaban unos cuántos días para saber el resultado final de todo este esfuerzo que había hecho; pensando en otra cosa solo faltaban tres semanas para irnos de viaje de egresados ya tenía todo, me faltaba ultimar detalles y ayer nos habían llegado los buzos de egresados, era una onda tye die hippie, en la parte del arriba del pecho, del lado del corazón decía "EGRESADOS 2019 NORTHLANDS" y en una de las mangas, a lo largo decía nuestro nombre o apodo, el mío por ejemplo decía "Zenu", el de Mía decía "PIPI", el de Pablo decía "Pab(U)lo", el de Carla decía "CarlA", el de Thiago decía "thiagA", el de Tomás decía "Tom Aguirre", el de Pilar decía "PiluUU", el de Camila decía "CP"; habíamos decidido ponernos los apodos por lo que la mayoría nos decía o nos llamaban, el mío era horrendo pero bueno fue un pacto de común acuerdo.

Estaba yendo a la academia cuando comienza a sonar mi celular, era Mike.

- Hola. – atendí –

- Hola bonita ¿Cómo te encuentras?

- Muy bien ¿Y vos?

- Bien, aquí en casa. ¿Qué haces?

- Ahora estoy yendo a entrenar ¿Vos?

- Que cool. Pues yo nada, estoy en mi habitación mirando una película.

- Aburrido. – le dije – Eso porque yo no estoy ahí con vos.

- Sí, seguro.

- Te extrañé hoy en el colegio. – confesé –

- Yo también, mucho.

- ¿Ya te sentís un poco mejor? – le pregunté –

- Sí, mi madre me ha dado de tomar algo extraño, pero si me siento mejor.

- reí – Sí te hizo bien, mejor no saber su procedencia.

- No, mejor no averiguarlo. – reímos –

- Te tengo que dejar Mike, es que ya llegué a la academia.

- Okei, está bien. – me dijo - ¿Quieres que vaya por ti a la salida?

- Ay sí, dale. Me encanta.

- Genial, a las cinco y media estoy allí.

- Buenísimo, te espero. Te amo.

- Te amo también. Nos vemos en un rato. – y colgó –

Entré a la academia por primera vez luego del día de la competencia, todo se sentía tan raro, me acuerdo de todo lo que había pasado y sonrío porque no puedo estar tan feliz, tengo miedo de que todo sea un sueño y despertarme en cualquier momento.

Estábamos en la pista practicando una coreografía nueva para la muestra de fin de año, haríamos un coreo grupal, algunas en pareja y algunos patinarían individualmente.

- Bueno chicos ¿Cómo andan? – preguntó Flor – Espero que todos súper bien después del día tan intenso que tuvimos el jueves. – contó – Me alegra que estén todos nuevamente acá, y no quería empezar la clase sin antes felicitarlos por las maravillosas presentaciones que hicieron todos, la verdad que me dejaron muy sorprendida, estoy muy orgullosa de ustedes y de todo lo que lograron en estos meses. Me hace muy feliz saber que pronto muchos de ustedes van a salir de acá y van a poder volar para irse a cumplir su sueño sea donde sea. – decía muy feliz – Así que felicitaciones a todos ustedes, son enormes patinadores y van a ser aún más enormes, estoy segura. – y sus ojos se tornaron cristalinos –

TWO PIECES | MICHAENTINA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora