"¿Todo bien?" era un mensaje de mi hermana, le respondí que sí, que estaba por cenar y que me quedaba en la casa de Mike.
"¿VAS A RESPONDERME O NO? Te odio", Mía siempre tan amorosa conmigo, y sí, había escrito el, mensaje con mayúsculas. Comencé a escribirle. "Ay dios, nunca un te quiero ¿no? ¡Estaba durmiendo!"
En el grupo de Bariloche no se cansaban de hablar, todo el tiempo, incluso hasta estando todos en el colegio seguían hablando. Los odiaba, tenía más de quinientos mensajes. No los leí, después Mía me iba a informar todo, ella siempre hablaba en el grupo, era una molesta.
Se abría la puerta del cuarto y era Mike que traía la comida para los dos. Le sonreí.
- Hola, hola - me dijo, dejando la bandeja sobre el escritorio - ¿Un poco mejor?
- Si, gracias.
- Toma - me dio una pastilla y un vaso de agua - mi madre dijo que tomes esto, te calmará la fiebre.
- Bueno, gracias. - me tomé la pastilla sin decir nada. –
- ¿Tu muñeca esta mejor? - noté que su mirada se posaba en mi mano, me dio miedo y la oculté-
- Si, un poco mejor, aunque me sigue doliendo. El médico dijo que va a durar unos cuantos días hasta que se recupere del todo –
- Se nota que te doblaste súper feo. - me dijo, asentí - Bueno, hora de cenar señorita. Mi madre hizo pollo con papas. ¿Te gusta no?
- Que rico. Si, obvio que me gusta.
- Bueno, mejor que lo comas todo. - me dio el plato y en mi defensa era demasiada comida –
- Wow, bueno es mucha comida. - le dije - No voy a comer todo esto. Hagamos una excepción.
- Mmm, no sé. Tendré que pensarlo - me dijo –
- Además no vale, mira tu plato - dije señalando su comida - es mucho menos que la mía, así que no pienso comer todo esto.
- ¡Que excusa tan mala! - rió - Pero vale, vamos a hacer eso. - sonreí satisfecha de haber ganado la pelea –
Cenamos en silencio, entre miradas del uno al otro, sonrisas y ojitos.
- Bueno bastante bien - me dijo mirando mi plato –
- Vos tampoco terminaste - lo reté - así que no podes obligarme a terminar.
- rió - Tienes razón. Okei, por hoy ganas tú. La próxima no lo creo. Voy a llevar esto y vuelvo y armamos las camas. Espera - dijo saliendo de la habitación –
Él se salió y yo decidí acostarme, me cubrí con la colcha porque comencé a sentir frío, otra vez. Apoyé mi espalda contra la pared y cerré los ojos. Afuera ya estaba oscuro y el ruido de la lluvia invadía toda la habitación. Mike volvió.
- Por lo que veo, ya te pusiste cómoda. - dijo en tono gracioso –
- Es que sentía frío, perdón. Seguramente tengo fiebre de nuevo.
- No pasa nada. Yo ahorita armo mi cama, espera.
- No - le dije - quedate conmigo. - abrí la colcha para que entienda lo que yo quería –
- ¿Quieres que me acueste contigo?
- Si, porfa. - le pedí - No quiero volver a pasarla mal, por favor.
- Está bien. - dijo sonriendo –
Apagó la luz de la habitación y se recostó a mi lado. "Cuando te duermas me voy a mi cama así no estas incómoda" me dijo, hice como que no lo escuché. Apoyó su cabeza sobre la almohada y yo lo imité pero apoyando mi cabeza sobre su pecho, él pasó su brazo por detrás de mí y yo lo rodee con el mío por encima.
- ¿No quieres ver una película? - negué con la cabeza - ¿Quieres dormir ya? - negué - ¿Y entonces?
- Quiero disfrutar de la paz que siento cuando estoy contigo. - le dije –
- ¿Te gusta pasar tiempo conmigo?
- Obvio que me gusta. ¿A vos no?
- Claro que me gusta. - me dijo - Amo pasar tiempo contigo.
- Yo también. Mucho. Y antes de ver una película prefiero disfrutar de esto - le dije y levanté la cabeza un poco para mirarlo a los ojos - de estar con vos así, abrazados sin la necesidad de romper el silencio porque nos incomoda.
- ¿Sabes? - me dijo - La primera vez que te vi fue un día de verano, yo entré a una heladería cerca de aquí y vos estabas con tus amigas, sentada en una mesa, tomando un helado y riéndose. – confesó – Se reían súper fuerte, y en ese momento una de ella, que ahí no sabía su nombre pero fue Mía, sacó su celular y empezaron a sacarse selfies. Te vi ahí y no podía dejar de hacerlo. Cuando salí de allí me fui con la esperanza de algún día volver a encontrarte. – me dijo mirándome a los ojos – Y luego te vi en el colegio fue a la entrada, el primer día de clases, tú pasaste por mi lado, ibas con tus amigas, charlando y no giraste a verme en ningún momento, ni siquiera te diste cuenta de que yo te estaba mirando - me contaba – y sonreí porque sabía que eras vos la chica de la heladería, ahora era la chica (diva) de la escuela, cada vez estabas un poco más cerca. Y cuando entré al aula y la profesora me presentó frente a todos y te vi, otra vez, entre mis compañeros supe que no había sido casualidad haberte visto un rato antes, como tampoco fue casualidad haberte visto aquel día en la heladería. - me dijo, mientras acariciaba mi brazo lentamente - No creo en las casualidades, creo en el destino y si hoy estamos aquí, los dos, es porque era nuestro destino estar juntos. ¿No crees?
- No sé si fue casualidad o si fue el destino. No puedo creer todo lo que me acabas de contar, es raro y es hermoso al mismo tiempo. Lo que sí sé y estoy segura es que me hace bien pasar tiempo con vos, me hace bien estar juntos y que me hagas reír y charlar, conocernos más, abrazarte y sentir tu perfume. - le dije - No sé qué va a pasar con nosotros mañana o dentro de un mes pero lo que sí sé es que no quiero que esto se termine, no quiero perderte, no quiero que te vayas de mi vida, me haces bien Mike. - me sonrió y besó mi frente, amaba que hiciera eso –
Me gustaba pasar tiempo con él, era como mi otra mitad, éramos uno mismo dividido en dos piezas, él siempre sabía lo que yo pensaba, siempre estaba para mí, siempre preocupado o preguntando si necesitaba algo. Siempre en todo momento, no importa qué pase, Mike estaba. Y eso era lo que lo hacía especial en mi vida y espero que no perderlo, ni lastimarlo porque no me lo perdonaría.
Que él me haya visto aquel día en la heladería, el cual me acuerdo como si hubiera sido ayer porque fue uno de esos días en donde salimos las cuatro y lo único que hicimos fue reírnos de todo, todo el tiempo. Creo en las señales, creo en las energías y creo que si estamos acá, hoy los dos juntos, después de ese día es por algo. Algo nos trajo hasta, ese algo es el que va a decidir si vamos a continuar hasta el final o nos vamos a quedar a mitad de camino.
Hoy, ahora, en este momento sabía lo que quería: estar con él, más allá de todo y de todos, vivirlo juntos, el uno para el otro, siempre.
Disfruté un poco más de sus caricias en mi cabello y poco a poco se fue desvaneciendo, hasta que finalmente me quedé dormida.
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TWO PIECES | MICHAENTINA
Fanfiction"Y cuando lo único que veías era oscuridad llega esa persona para que te des cuenta de que todavía no todo está perdido." .MICHAENTINA.