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Amanece, Jimin pasó la noche anterior durmiendo en el sofá después de tal intenso debate mental sobre el tema de Yoongi y Suran, por lo tanto, cuando Jungkook despertó y encontró al peliazul, se quedó de lo más extrañado.
El pequeño Haru fue hacia él comenzando a ponerle las patitas en la cara y Jimin frunció ligeramente el ceño hasta que poco a poco abrió los ojos encontrándose con los del pequeño gatito.

-Hola Haru... -Dijo somnoliento mientras le acariciaba la cabecita y se reincorporaba. Entonces, se fijó en que Jungkook estaba también ahí. -Jungkook...

-Buenos días... ¿Anoche llegaste muy tarde? No te escuché entrar...

-Eh... Sí... Llegué tarde... -Respondió suspirando y pasando una mano por su pelo recordando la horrible noche anterior. -¿Qué hora es...?

-Las nueve y media...

-¡¿Nueve y media?!

El peliazul abrió los ojos como platos reincorporándose rápidamente ya que estaba realmente alterado.

-¿Ocurre algo? -Preguntó el castaño preocupado.

-¡Debería estar en la empresa desde hace una hora!

A toda velocidad, Jimin fue al baño para lavarse la cara, luego, salió hacia la habitación, se cambió de ropa cogiendo la primera que vio en el armario y peino su pelo con los dedos para después coger su abrigo y mochila.

-Nos vemos luego...

Sin más, salió de casa a toda velocidad y subió al coche comenzando a conducir hacia la empresa, Jungkook miró a través de la ventana suspirando viendo como su novio se alejaba con el coche.
Le notaba muy raro, pero Jimin no le contaría nada, eso estaba claro, así que le tocaría indagar.

Por otra parte, el peliazul llegó por fin a la empresa, fue a dejar sus cosas y ponerse ropa cómoda, finalmente, se dirigió a la sala de ensayo donde los bailarines esperaban junto al coreógrafo, pero para su sorpresa, nada más entrar con la respiración realmente agitada, se encontró con que el pelinegro estaba allí, sintió como su corazón se detuvo por unos segundos y como su estómago se encogían, pronto, recordó que habían quedado para crear alguna coreografía que usarían para acompañar a su canción.

-Jimin. -Habló el mayor nada más verle. -Te estábamos esperando, ¿Ha ocu...?

-Estoy bien, vamos. -Cortó el cantante sin dejar acabar al rapero el cual se limitó a asentir.

Ambos chicos, se pusieron a pensar en la coreografía junto con el coreógrafo, pero Jimin no podía concentrarse, era muy obvio, y mucho menos se atrevía a mirar a Yoongi. ¿Cómo hacerlo después del artículo que leyó la noche anterior? Imposible.

El día estaba siendo un horror, y deseaba con todas sus fuerzas que acabase pronto, claro que... El pelinegro quería hablarle de algo más que la coreografía o la canción y al menor no le sería tan fácil irse...

Sex Contract 2 • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora