• 34 •

10.1K 888 106
                                    

-Su mirada... Ese abrazo tan fuerte... Su color de piel... Su forma de besar mi mano, de sonreírme...

-Jin...

-¿Sí, Jiminnie...?

-Pareces un escrito de novela erótica...  -Rió el peliazul mientras conducía. -Además, deja de ponerme esos apodos y de ser tan pegajoso...

-Es que te debo la vida... Por fin he conocido a mi alma gemela... Y no voy a dejar que escape...

-¿Y cómo piensas hacerlo? Él es famoso y...

-Y tú también. -Cortó el pelinegro mientras le miraba para después señalarle con el dedo entrecerrando los ojos. -Y serás nuestro cupido... Harás que nos volvamos a encontrar...

-Solo con la condición de que dejes de ponerme esos motes...

-Hecho. -Aceptó Seokjin sonriendo muy satisfecho. -Pero... A Yoongi no le pides que te llame solo por tu nombre...

Al escuchar eso, las mejillas del cantante se tornaron rojas y miró con nerviosismo a su amigo para después volver la vista a la carretera.

-¿Y-Y tú como sabes eso...? O sea, no... Yoongi y yo no estamos juntos...

-Te gustaría... Quieres volver con él...

-Te recuerdo que tengo a Jungkook llamándome todo el día y dejándome mensajes... -Respondió el peliazul suspirando.

-¿Y? Queda, habla con él y problema resuelto. ¿Acaso sus llamadas impiden que estés con Yoongi? No, simplemente pon el móvil en silencio y acuéstate con él. -Dijo con simpleza el pelinegro mientras se encogía de hombros y miraba al frente.

Jimin juró que su cara podía camuflarse perfectamente con un tomate o con cualquier otra cosa roja, pues no podía creer que su amigo le estuviese diciendo esas cosas, ni siquiera podía creer que se sorprendiese, pues sabía a la perfección como era Seokjin.

-Tú piénsalo... Al igual que yo voy a pensar en cómo conquistar a Namjoon... Bueno... Quizá ya le tenga conquistado pero se está haciendo el difícil... Que duro es el amor... -Seokjin suspiró mientras negaba y Jimin asintió de acuerdo con sus palabras todavía rojo como un tomate.

Tras un rato más en el coche hablando de temas triviales o del concierto y por supuesto de Namjoon, llegaron a casa de Jin así que el cantante se despidió de él y volvió a subirse al coche.
Pensó en dirigirse a casa, pero no estaba lo suficientemente agotado para ello, por lo tanto, se desvió de su camino y sin darse cuenta, ya estaba conduciendo en dirección a casa de Yoongi.
Era como si su propio subconsciente y necesidad de verle se hubiesen aliado para que su cuerpo se negase a hacer algo más que conducir hasta aquella casa.
El peliazul no pudo evitar sonreír tontamente como si de un adolescente se tratase y mordió su labio imaginando la cara de sorpresa del rapero al verle, pues no le había comentado nada de la visita, y por supuesto no lo haría. Era como si todo el dolor del pasado hubiese desaparecido, ahora, a sus ojos, Yoongi era el gatito más hermoso que existía, bueno, a excepción por supuesto de Haru.
Entonces, la idea de Yoongi y Haru juntos mirándose y después la pequeña bolita de pelo maullándole como si el pelinegro se tratase de otro gato, le hizo reír y decidir que algún día, debía presentarle a Yoongi al pequeño gatito.

Sex Contract 2 • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora