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Jimin llegó a casa, y sorprendentemente, se encontró con que no fue Jungkook quien llamó, pues tanto él como Haru estaban profundamente dormido en la habitación, así que decidió ponerse el pijama e ir a la cocina para sentarse y beber un café.
No tenía sueño, y sabía que la cafeína no le ayudaría, pero no podía quitarse al pelinegro de la cabeza así que buscaba distracciones.
Decidió coger su móvil y ver quién había sido el que le llamó hace un rato describiendo que fue Jin, cosa que le extrañaba, pues era prácticamente de madrugada.
Le vería al día siguiente en la cafetería, y también aprovecharía para contarle lo ocurrido, al fin y al cabo, era el único en el que podía confiar, ya que obviamente, no una a contárselo a Jungkook.

La noche cayó, y llegó el día siguiente, el peliazul salió de casa antes de que Jungkook se despertase y fue hacia su empresa.
No había dormido mucho; a penas tres horas, y por si fuera poco, tendría que ver a Yoongi. Con suerte, acabarían de retocar la canción y demás.
Mientras tanto, Jungkook ya estaba dándose una ducha y pensando en su novio.
Había estado muy raro, y no podía ocultarlo por mucho que se esforzase.
Quería hablar con él, pero sabía que Jimin evitaría el tema.
El joven castaño suspiró y salió de la ducha para terminar de arreglarse; el día no había empezado precisamente bien, y encima, Taehyung estaba de nuevo en la escuela de baile y canto, así que tendría que hablar con él, pues llevaba sin hacerlo desde hace dos años; desde ese beso...

Tanto Jungkook como Jimin tenían sus propios problemas fuera de la pareja, pero eso estaba empezando a afectar, Yoongi lo sabía perfectamente, y lo aprovecharía para recuperar a su menor. Mientras le observaba entrar en la empresa desde el coche, ya estaba ideando un plan para que no sintiese remordimientos de la noche anterior. El rapero era muy inteligente, y sabía que no había sido un simple desliz, conocía a Jimin a la perfección, y eso implicaba conocer también sus puntos débiles...
El depredador ya estaba fuera de su coche, y estaba dirigiéndose hacia la empresa donde empezaría la persecución y con suerte captura de su presa... No le dejaría escapar de nuevo, prepararía la trampa perfecta, pero sin súplicas, solo con sutileza y mucho detalle, ya que el orgullo no le permitía expresar lo que sentía, y quizá ahí estuviese el problema...

Sex Contract 2 • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora