Sex Contract 2 • Yoonmin

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Exhaustos por la carrera, pero a la vez riendo, ambos chicos se miraban como si los años no hubiesen pasado, como si siguiesen siendo aquella pareja que tan bien se complementaba.

-Te he ganado, Jimin... Me debes con café...

-¡Solo he llegado dos segundos más tarde! -Exclamó entre risas el peliazul mientras pasaba una mano por su pelo.

-Pero has llegado tarde, así que luego saldremos a por el café. -Respondió Yoongi sonriendo.

-Bien... Ahora pongámonos a ensayar...

El rapero asintió sonriendo y colocó sus cascos junto a Jimin posicionándose frente al micrófono.
Poco a poco, la música empezó a sonar y ambos chicos comenzaron a cantar.
Yoongi no dejaba de observar al menor, pues su dulce voz le envolvía por completo, a parte de que su risa le había dejado embelesado, y por alguna razón, tenía la ligera esperanza de que quizá pudiesen darse otra oportunidad.

Los ensayos acabaron, estaba atardeciendo y ambos chicos salían juntos de la empresa para ir hacia una cafetería cercana mientras que comentaban sobre la canción y demás, pero en ese preciso instante, Jimin recordó que no le devolvió la llamada a Seokjin, así que rápidamente, se paró en seco y miró a Yoongi.

-Yoongi, se me ha olvidado resolver un asunto importante, tengo que irme, pero el café lo compensaré mañana, comeremos juntos, ¿De acuerdo? ¡Adiós!

Sin decir más, se fue corriendo en el sentido contrario mientras que el mayor le observaba. A decir verdad, no le importaba mucho que el menor tuviese que irse, pues una comida entera junto a él era mil veces mejor que un simple café.

Por otra parte, el cantante ya había llegado a la cafetería, y ya allí, Jin se encontraba limpiando algunas mesas junto a sus compañeros, pero al ver a Jimin, rápidamente se acercó a él.

-¡Jimin! ¡¿Qué narices te había pasado?! ¡No me has devuelto la llamada ni anda!

-Lo-Lo siento... -Respondió el peliazul agotado debido a la carrera. -He estado ocupado... Pero tengo algo importante que contarte...

-Y yo a ti... Vamos a sentarnos, te prepararé un té.

El pelinegro dejó que Jimin se sentase en una de las mesas, y este, suspiró dejando su mochila y quitándose el abrigo mientras que Jin iba a preparar las tazas de té.
Ahora le tocaba prepararse para contarle que había vuelto a caer en las tentadoras garras del rapero...