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Jungkook se quedó en silencio, Jimin le miró expectante y con nerviosismo. Quizá no era la mejor forma de acabar con la relación, pero no aguantaba seguir fingiendo que todavía había algo de amor romántico entre ellos y antes de que el peliazul pudiese reaccionar, el castaño ya se estaba acercando a él.
Jimin esperaba que le diese otro guantazo o algo peor, pero en su lugar, Jungkook le abrazó con fuerza dejando al contrario de lo más sorprendido mientras que el pequeño Haru maullaba con curiosidad.

-Espero que él pueda darte lo que yo no he podido...

Tras ese susurro, Jungkook le echó una última mirada; triste, apagada y a la vez resentida. Sí, estaba lleno de rabia, pero no conseguiría nada pegando o gritando al chico que tanto amó y que seguía amando.

-Hoy mismo recogeré mis cosas y me iré... No te preocupes...

Sin más, salió de la casa y Jimin soltó un suspiro yendo al sofá para dejarse caer ahí todavía con Haru entre sus brazos el cual frotaba su mejilla contra la mano de su dueño.

-Me siento fatal, pequeño... Espero que al menos Jungkook y yo podamos ser amigos...

El gatito le miró con atención y como si de una respuesta se tratase, maulló para después acurrucarse entre los brazos del cantante, el cual le abrazó besando un par de veces su suave cabecita.

Las horas pasaron, era de noche y Jimin no había ido a la empresa en todo el día ya que no se sintió con fuerzas, Yoongi buscando ayudarle, quiso ir a visitarle, pero el menor se negó, y en esos momentos se encontraba frente al espejo de la habitación arreglándose ya que esa noche, iría al concierto de Kim Namjoon junto con Seokjin.
Se había propuesto divertirse, olvidar todo aunque solo fuese por una noche, así que en cuanto estuvo listo, le dejó al pequeño Haru agua, comida, y se despidió de ir para luego salir de casa.
Subió al coche y arrancó soltando un suspiro, con mirada decidida, agarró el volante y comenzó a conducir hacia la casa de Jin, el cual, como era de esperar, ya estaba en la entrada cuando su amigo llegó, por lo tanto, tardó a penas unos segundos en subir al coche haciendo que el peliazul soltase una leve mueca debido al fuerte olor a perfume de fresa que inundó el vehículo.

-¿Te has bañado en batido de fresa?

-No, me he asegurado de que huelo bien. Tengo que estar presentable para Kim Namjoon.

-Te recuerdo que no es seguro que nos dejen entrar al camerino... -Comentó Jimin mientras que comenzaba a conducir nuevamente.

-Shhh, calla... Me siento positivo, lograremos entrar al camerino. Y por cierto, ¿Has resuelto tus enredos amorosos?

-Ajá... Pero no quiero hablar de ello, he salido para divertirme.

-Me parece bien... Pero solo dime una cosa... ¿Lindo Conejito o Lindo Gatito...?

-Lindo Gatito...

El cantante le dio una sonrisa ladina al pelinegro, este asintió dándole otra igual.

-Lo sabía... Ahora vamos a conocer a mi esposo...

Ante ese comentario, Jimin rió y asintió mientras que seguía conduciendo.
No podía negar que Seokjin siempre le animaba con sus actitudes tan extrovertidas, y a pesar de todo, no dejaría que nada estropease la noche.

Sex Contract 2 • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora