Los semanas pasan, recupero la casa del señor Collins, que por derecho me corresponde, la remodelo toda, dejándola como nueva. He cambiado mucho mental y físicamente, me siento diferente luego de lo sucedido en aquella fábrica abandonada. Ni siquiera me había dado cuenta, mi barriga ha crecido mucho.
Cruzo mis piernas sentada en el sillón del living y me quedo pensativa mirando hacia mi gran ventanal.
—Dasha —dice Carter Elek, el actual abogado de Kyle y giro mi vista hacia él —tengo malas noticias —Se saca los lentes de sol y frunzo el ceño —pero se puede arreglar —Me sonríe —. No vine desde Argentina hasta aquí por nada, lo juro.
—No le has dicho a Kyle que yo te envié, ¿no?
—En absoluto.
—¿Cuáles son las malas noticias? —pregunto para terminar esta conversación de una vez por todas.
—Como sabemos Kyle fue acusado por secuestro, pero no hay cargos en su contra de tu parte, aun así el hotelero no ha sacado la denuncia.
—Es porque no le vio la cara al señor Collins, lo confundió con él —explico —pero no podemos decirlo, porque lo buscarán y darán con el cuerpo, será para peor.
—El problema está, en que el juzgado, encontró incongruencias con la documentación de Kyle y no lo quieren soltar hasta que se comuniquen con la justicia de Irlanda.
Claro, con su país de origen.
—¿Puedes hacer algo o lo enviarán para allá?
Asiente.
—Sí, pero pasarán meses antes de poder salir de la cárcel ¿Segura que no quieres decirle que lo estás ayudando? —pregunta tranquilo.
—No —digo mirando hacia el ventanal otra vez —porque aun no sé lo que quiero.
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Su último marido (R#8)
Mystery / ThrillerKyle Macgowan es el tipo de hombre que considera a las mujeres seres frágiles. ¿Qué pasará cuando el controlador y cursi irlandés conozca a una verdadera viuda negra? ¿Él también será una víctima o quizás guarde peores secretos que esa peligrosa m...
