Dasha
Tengo una nueva muleta que me proporcionó el doctor, pero no la uso mucho, solo para distancias largas. Ya me deshice de la camioneta. Por suerte, al fin estoy tomando los medicamentos correctos y usando las cremas adecuadas. Seguro el imbécil de Kyle se debe estar carcomiendo la cabeza porque no me encuentra, han pasado días ya.
Bien por mí, que sufra.
Continúo caminando luego de hacer una pequeña compra. Conseguir dinero no ha sido difícil para mí, ya que durante este tiempo, algo le he robado a mi esposo y trasferido a mis cuentas bancarias. Me detengo en la esquina cuando suena mi celular, bajo la bolsa al suelo para mirar el número.
"Desconocido".
Kyle no tiene este número ¿o sí? Si contesto y es él, quizás pueda localizarme ¿Y si es otra persona? Maldita incertidumbre, después tiraré el chip y listo.
—¿Hola? ¿Quién es?
—Oh, eres tú, reconocería tu voz en cualquier parte —Alzo una ceja analizando quién habla, porque me parece raro.
—¿Kaya?
—¡Sí! —dice emocionada —Adivina dónde estoy.
—Espera ¿Cómo conseguiste este número? —Nadie lo tiene, solo Crista, ya que ella me lo proporcionó a través de su empleada.
—Pues tu marido —Hace una pausa y yo no digo nada porque quedo perpleja —. Déjame contarte dónde me encuentro ¡Vamos, estarás feliz! ¿No quieres verme?
—¿No estás en Holanda? —digo atónita y confundida. Vuelvo a observar el número y me doy cuenta que no es llamada de larga distancia, apoyo el teléfono nuevamente en mi oreja —No me digas que...
—¡Sí, sí, estoy en Inglaterra! —grita feliz —Tengo que contarte tantas cosas y verte, hace tanto que no te veo —dice con un halo de tristeza.
—Sí, pero... —expreso en tono bajo —no me parece, justo ahora yo...
—¿Me estás evitando? Nunca me dijiste que te habías casado. Un segundo... —Hace otra pausa —¿Hum? ¿Qué? —le exclama a alguien más del otro lado de la línea —Ah sí, tu marido quiere hablarte.
—¿Qué? —Me sobresalto —¿Estás con él?
—Iba a decirte, pero sería una sorpresa ¡Ay ya la arruine! Toma, te paso.
Espero en silencio hasta que oigo la voz de Kyle.
—Hola, amor.
—¿Qué pretendes? —digo molesta.
—Conocer a la persona más importante en tu vida. Kaya me contó que son cómo hermanas, estoy emocionado —Habla con tanta tranquilidad que me da rabia.
—Hipócrita —lo insulto.
—Yo también te amo.
—¿Dónde están? —Ignoro su estupidez.
—Estoy ansioso por verte, te mandaré la dirección del café en el que nos reunimos.
Corto y enseguida me llega el mensaje, es una trampa pero no me queda otra que ir ¿Cómo rayos es qué Kaya está aquí? ¿Más mala suerte no puedo tener? Ese maldito me las tiene que pagar y muy caro.
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Su último marido (R#8)
Misterio / SuspensoKyle Macgowan es el tipo de hombre que considera a las mujeres seres frágiles. ¿Qué pasará cuando el controlador y cursi irlandés conozca a una verdadera viuda negra? ¿Él también será una víctima o quizás guarde peores secretos que esa peligrosa m...