Su último marido (R#8)

24. Dudando

Dasha

Cuando quieres matar a alguien, te aseguras de tener otras opciones por si la primera no funciona. Como el veneno que eche en el vaso de Kyle luego de que fuera a traer la comida a la habitación.

Llevo puesta su chaqueta con su perfume porque me hizo ponérmela, debajo no tengo nada más. Me tiene cansada su intento de control, lo disfraza muy bien con sus palabras amables. De todas formas, al fin podré deshacerme de él, ya no tendré que hacerme la tonta y seguir sus estupideces.

Kyle agarrar el vaso dónde vertí el líquido y entonces tomo del mío mientras lo observo.

Adiós dotado esposo, te veré en el infierno.

—¿Sabés? —Aleja sus labios de la copa.

Maldita sea.

—¿Sí? —Fuerzo una sonrisa.

Necesito paciencia, creo que ya gasté la poca que me quedaba.

—No tomaste tus pastillas —dice muy serio, entonces me sobresalto —casi me cortas el dedo y... —Hace círculos con la bebida en su mano.

No puede ser ¿Me descubrió?

Su vaso se cae y apenas toca el suelo, se escucha como se rompe. Mi corazón comienza a la latir rápido por los nervios, hasta que se sostiene fuerte de la venda en su mano, notándose adolorido.

—¿Estás bien? —pregunto haciendo como una pausa.

Alza la vista y me sonríe.

—Sí, gracias por preguntar, cariño —Agarra el vaso que tengo en la mano y se lo toma de una sola vez, para luego apoyarlo sobre la mesita de luz —. Que delicia —Se relame los labios.

—Tú...

Hago una pausa dudando si volver al tema anterior, pero lo cambió de manera tan abrupta que me hace dudar.