Su último marido (R#8)

10. No confío en él

Kyle no ha dejado de insistir con pedirme el número telefónico, se lo di solo para que deje de molestar. No falta nada para que me den el alta y aún no sé qué voy a hacer.

—No tienes familia, no tienes casa, ni ropa, ya me estoy preocupando —expresa el pelirrojo incluso aunque yo lo ignoro observando una revista —. Señorita Dasha, no me quedaré tranquilo así.

—Calma, iré a un hotel —muevo una página.

—¿Con qué dinero?

Con el que me robe de todos mis maridos, pero que no figura en ningún lado por seguridad.

—Tengo el de mi padre —contesto aunque de ese ya no me queda nada.

Esa empresa se fundió.

—¿Por qué me mientes?

Me quedo tildada ¿Cómo lo sabe? Giro mi vista hacia él, me observa seriamente.

—Yo no...

—Nada, olvídalo —sonríe —. No es de mi incumbencia.

Más hablo con este tipo, menos confío en él. Aunque debo estar imaginando cosas. No puede ser que esté intentando manipularme ¿o sí? No creo que este fingiendo ser amable para controlarme.

—Puedo preguntar, ¿Qué estás buscando? —tengo que entender algo.

—¿A qué te refieres? —me observa confundido.

—¿Qué es lo que buscas conmigo? ¿Qué quieres? —entrecierro los ojos.

—Creí que había sido directo —se ríe.

Analizo todos sus gestos, quizás solo estoy siendo desconfiada, no veo nada anormal.

Camina acercándose a la camilla, apoya sus manos en esta y pone su rostro a centímetros del mío.

—¿Esto es lo suficientemente directo? —une sus labios con los míos y me quedo quieta un segundo, hasta que le correspondo —¿Me dejas cuidarte? —pregunta a poca distancia de mi boca.

¿Por qué no? ¿Ese no era el propósito de usarlo?

—De acuerdo —le respondo manteniéndome seria.

Eso es ser astuto.