Camino entrando a la cafetería y visualizo a Kyle junto a Kaya en una de las mesas. Él se levanta de su silla al verme cuando me acerco, sus ojos destellan ese brillo de enamorado. Mierda, me lo tengo que aguantar otra vez. Necesito pensar cómo deshacerme de él y pronto.
—¿Cómo estás? —Mira mi pie y luego alza la vista de nuevo a mis ojos —Traje tu muleta, pensé que la necesarias, está en el auto.
—No hace falta, el doctor me proporcionó otra.
—Entiendo —dice en tono bajo y luego reacciona —. Oh, aquí, siéntete —Mueve una silla como todo un caballero.
Ruedo los ojos y observo un momento a mi amiga, que hace una pequeña sonrisa, le devuelvo el gesto a ella y acepto el de él siendo hipócrita. Debo resguardar las apariencias delante de Kaya hasta que descubra que le dijo el infeliz sobre nosotros.
—Estoy tan emocionada de verte —dice la chica que es como una hermana para mí, pero que hace mucho que no hablamos. Agarra mis manos que están sobre la mesa —¿Por qué no me contaste que te habías casado?
Kyle se sienta a mi lado y lo observo un segundo, luego vuelvo a mirarla a ella.
—Tuve una series de inconvenientes y no pude llamarte —digo con un gesto serio.
—Sí, Kyle me comentó lo del asalto —Lo mira un segundo luego regresa a mí —que bueno que ya todo esté mejor.
Entre comillas.
—¿Y tú qué haces por aquí? ¿Te ganaste la lotería?
—Ni tanto —Se ríe —estuve haciendo una pasantía con el convento y me enviaron para aquí, es un pequeño trabajo pero la paga no es mala por ser pocos días.
—Así que... ¿Mujer religiosa? —pregunta Kyle.
—Prácticamente nací en un convento. Bueno, las dos —Me mira un momento y luego vuelve a él —. Dasha siempre ha sido mi protectora y confidente, a pesar de que somos tan distintas, terminamos siendo amigas.
—Diferente ¿Cómo?
—Seguro que te habrás dado cuenta que ella es todo una mujer arriesgada, a veces me gustaría ser como ella.
—¿Eres más tímida?
—Solo un poco —Se ríe.
—¿Y cómo es que se encontraron ustedes? —pregunto.
—Hice mis averiguaciones —contesta el pelirrojo —. Es broma, nos cruzamos en el aeropuerto, tenía que hacer unos trámites ahí.
Sí, claro, te creo y todo. Idiota.
—Se ve que tienes contactos —opino.
—De hecho, sí —exclama con confianza —tengo gente que me debe favores.
—Disculpen, ¿de qué hablan? —pregunta Kaya confundida.
—Voy al baño, ahora vuelvo —Me levanto de mi asiento y voy directo allí.
No pensé la posiblidad de que el infeliz tuviera contactos, pero si mató a su otra mujer es obvio, siempre necesitas un cómplice, como yo con el señor Collins.
Salgo del baño y descubro que Kyle ha venido a buscarme, bloquea mi camino en una de las puertas que da al pasillo, estirando su brazo y apoyando su mano en el marco de la salida.
—¿No pudiste esperarme? —Sonrío.
—Me preocupo por ti —confiesa estando serio —quiero cuidarte.
Me río.
—Creo que tu definición de cuidar, está errónea en tu diccionario.
—¿Por qué no regresas a casa? —Se acerca a mi rostro —Verás que la pasamos muy bien.
Ni me inmuto.
—Escucha Kyle —Pongo un dedo en su chaqueta y lo alejo —tú deseas atarme y yo quiero matarte, esto no está funcionando ¿entiendes?
Se ríe.
—Estás equivocada, yo quiero amarte, no atarte —Me corrige.
—Peor —opino.
—Regresa a casa —insiste.
Frunzo el ceño.
—¿O sino qué?
—Aun no he hecho nada, pero podría —Mira hacia la mesa dónde está Kaya y alza la mano saludándola, luego vuelve a mirarme —es una chica frágil, se puede romper.
Me doy cuenta, que sabe de lo que está hablando, pero yo no soy tan fácil de manipular.
—Entiendo de lo que hablas, pero si intentas algo, tu hijo pagará las consecuencias —amenazo.
Alza una ceja.
—Lo sabés —afirma.
—Tarde o temprano me iba a enterar —Me cruzo de brazos.
Sonríe.
—Buena jugada, veamos cuanto te dura.
¿Piensa que voy a tener instinto maternal o algo así? Está muy equivocado.
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Su último marido (R#8)
Misteri / ThrillerKyle Macgowan es el tipo de hombre que considera a las mujeres seres frágiles. ¿Qué pasará cuando el controlador y cursi irlandés conozca a una verdadera viuda negra? ¿Él también será una víctima o quizás guarde peores secretos que esa peligrosa m...