Su último marido (R#8)

4. Viuda: Cronología (4/7)

Dasha - 21 años

Abro las piernas para el hombre que me adoptó y a la vez, seduzco a sus socios y competencia para arruinarlos, como el señor el Collins me ha enseñado.

Sonrío con una sonrisa de hipócrita mirando el anillo de bodas de el siguiente hombre que estafaremos.

—Cuantos diamantes ¿no papá? —volteo a ver al señor Collins.

Él sonríe.

—Sí, perfecto —se mantiene callado un momento hasta que vuelve a hablar —. Se me está complicando engañar a ese imbécil, necesito que hagas algo por mí.

—¿Él qué? —pregunto distraida.

—Matarlo —dice seriamente y me sobresalto —. Ya lo has hecho antes ¿no?

Me mantengo callada, así que se levanta de su asiento y se acerca al mío, ofrece su mano, entonces me hace levantar, se sienta él en la silla y a mí sobre sus piernas.

—Será fácil para ti, lo tienes en la palma de tu mano —acaricia mi cabello castaño y luego me besa. Su boca pasa a mi cuello —¿De acuerdo Dasha? ¿Lo harás para mí?

—Sí... —digo sin pensar en otra solución.

No entiendo por qué aún no se me ha ocurrido nada para irme ¿Huir? ¿A dónde?

Pero esto sobrepasa los límites ¿Matar? Estoy segura que esta vez terminaré en la cárcel.

Esa misma noche, agarro el veneno que me dió mi "padre" y lo vierto en la copa de mi marido, como dijo el señor Collins, el hombre no sospecha absolutamente nada. Toma del vino y rato después comienza a convulsionar, me quedo parada mirando la escena, hasta que se queda quieto en el suelo.

Se murió, está muerto, yo lo asesine, soy un monstruo. Me pregunto ¿Por qué los hombres se mueren tan fácil? ¿Acaso desvarío? ¿Por qué estoy riendo y llorando a la vez?

Me he vuelto loca, lo sé.