CAPÍTULO 23

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Dedicado a user05394207

El enojo pasa a segundo plano cuando escucho que se está acercando, por inercia me enderezo en mi lugar y mi respiración se me traba en la garganta. Cierro los ojos y dejo escapar el aire y recupero mi postura.

–Necesito saber ¿Qué fue lo que pasó Jam? – me pregunta casi en un susurro. Yo lo encaro.

–Si tu novia no te lo dijo, yo no voy a ser la chismosa aquí – le digo.

–Primero: no es mi novia y lo sabes – siento algo en el pecho cuando lo dice – Segundo: no eres una chismosa y tercero: deja ya tu enojo, que te ves como un chiguagua quisquillosa.

–Eres un idiota ¿sabías? – le escupo eso y sigo – además, ya no estoy enojada.

–Si lo estas ¿Sabes por qué lo sé? – no me deja responder – porque cuando te enojas arrugas la frente y achicas los ojos, y es justo la expresión que tienes ahorita.

–No es cierto. Además, no tengo por qué perder el tiempo aquí contigo. Así que con tu permiso me voy – cuando paso por su lado me agarra del brazo.

–Tú no vas a ningún lado – me dice haciéndome retroceder – te vas a quedar aquí hasta que cambies esa expresión de tu linda cara.

Dijo ¿linda cara? Porque creo que fue lo que mi estúpido corazón escuchó y saltó de emoción.

Tenemos un 3312, repito, TENEMOS UN 3312

¡Concéntrate! Me grita mi subconsciente cuando veo que se está acercando. Para cuando mi mente lo procesa ya es tarde, me acaricia la cara con sus dos manos y yo automáticamente asomo una sonrisa.

Es el estúpido efecto que tiene Evan en mí. Ahg me odio por ser tan débil. Me aparto de él y desvío la vista, retrocedo unos pasos para poner distancia entre los dos. Un destello triste aparece en sus ojos y se aclara la garganta.

–¿Qué te está pasando Jam? – me pregunta. Y yo no sé qué decirle – necesito saber por qué te estás alejando, por qué ya no me hablas y me evitas.

–Yo no te evito – le respondo a la defensiva.

–Si lo haces y no tengo una jodida idea del por qué – me ve y frunce el ceño – aunque ahora que lo pienso... es por ese idiota que te dio ese ridículo dibujo ¿No?

–Estás loco, no hables de Roberto así – le digo y su semblante pasa a uno furioso.

–Así que se llama Roberto, pues no lo quiero cerca de ti – diciendo eso da la vuelta y empieza a caminar hacia la puerta.

–Oye, oye, oye – le digo y lo agarro del brazo – Tú no eres nadie para decidir quién puede estar cerca de mi o no. Yo no te ando exigiendo que te apartes de nadie.

–No es lo mismo – me responde con los dientes apretados.

–Por supuesto que es lo mismo, yo no soy nada tuyo y tú no eres nada mío – lo veo directo a los ojos – Eso tú me lo has dejado más que claro. Entonces no sé a qué viene todo esto.

–Te he dicho muchas veces que los tipos como él solo buscan una cosa de ti – me responde – yo solo trato de protegerte – una risa carente de gracia sale de mí.

–No me digas – le respondo con ironía – ¿Y tú?

–¿Yo qué? – me ve confundido.

–¿Qué es lo que quieres? – le pregunto y veo cómo duda para responderme.

Borrando tu huella© [TERMINADA] #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora