CAPÍTULO 62

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Corro rápido a mi cuarto, y cierro con llave. Busco mi celular, pero lo dejé en la cocina ¡rayos! Necesito buscar una solución ¿Qué voy a hacer?

–Abre la puerta – forcejea – ¡abre la puerta!

–¡Váyase! – siento un miedo horrible y esa pesadilla viene a mi mente.

–No me iré hasta que seas mía – siento náuseas.

–¡Es un asqueroso! – le grito – ¡váyase de mi casa, llamé a la policía!

–No es cierto, tu celular está abajo – mi pulso se va – abre esa puerta y terminemos con esto de una vez, ya verás cómo te gusta.

No sé qué hacer, me siento desesperada, veo la ventana y se me ocurre que puedo saltar. Pero me da miedo la altura que tiene. Esto no está bien, necesito ayuda. Y como si me escucharan suena el timbre.

Quien sea que esté abajo le agradeceré de por vida, pero la cosa es salir de aquí. Escucho sus pasos alejarse y bajar. Abro la puerta y me asomo, no lo veo, pero siento miedo. Decidida a buscar ayuda me encamino a las escaleras.

Antes de llegar a la puerta Bernardo me sujeta del brazo, el timbre suena y en mi desesperación lo único que se me ocurre es gritar:

–¡Ayuda! – me tapa la boca.

–¿Jamila? – es Matt.

–Cuidado y vuelves a gritar – me susurra antes de soltarme e ir a la puerta – ¿Qué desea?

–¿Qué hace usted aquí?– pregunta al verlo.

–¡Matt ayúdame! – le grito y Bernardo trata de cerrar la puerta.

Bernardo no la cierra porque Matt fue más rápido y la abrió del todo. Me acerco a él lo abrazo, ahora me siento segura. Bernardo solo me ve con enojo, pero esto no se puede quedar así, no lo dejaré pasar.

–Llamaré a la policía – informo y éste trata de irse.

–Usted no irá a ningún lado – le dice Matt al cerrar la puerta.

–Son solo unos mocosos nadie les creerá nada – me ve – menos a ti.

–Me vale una hectárea lo piense – le respondo y tomo el teléfono.

Hago la llamada, les digo lo que pasó y dicen que vendrán en unos minutos. Y por primera vez cumplieron ya que a los 10 minutos llegaron a mi casa. Y justo ahora me están tomando mis datos.

–Muy bien señorita Rivera, dígame lo que pasó – me dice el oficial.

–Ese hombre entró a la fuerza a mí casa, me dijo cosas asquerosas. Ese hombre desde hace años me acosa, me espía por las ventanas de mi casa. Y hoy me dijo que iba a cumplir su asquerosa fantasía conmigo. – respondo.

–¿Logró hacerle algo? – inquiere.

–No físicamente – le digo molesta – pero le aseguro que si Matt no hubiese llegado él... él...

–¡No es cierto nada de lo que dice! – grita Bernardo.

–Muy bien, usted guarde silencio – señala a Bernardo – y usted señorita, me temo que no tenemos nada para llevarlo, no hay pruebas en su contra. ¿Quién me asegura que usted no está mintiendo?

–¿Es en serio? – le pregunta Matt y yo siento mis ojos picar.

–¡ESE HOMBRE CASI ME VIOLA Y ¿USTED CREE QUE ES UN MALDITO INVENTO MÍO?! – exploto en contra del oficial.

–Cuidado en cómo me habla señorita – murmura. – vámonos y solo escolten al señor a su casa.

–No – susurro con una lagrima cayendo y siento crecer mi miedo.

Borrando tu huella© [TERMINADA] #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora